Igualdad en el deporte

¿Acabará la nueva ley del deporte con las equipaciones sexistas?

El Congreso afina la norma para combatir la discriminación de las deportistas en salarios y por la maternidad

Imagen de archivo de las deportistas españolas Elsa Baquerizo McMillan y Liliana Fernández Steiner durante un partido de voley playa en Río de Janeiro (Brasil).

Imagen de archivo de las deportistas españolas Elsa Baquerizo McMillan y Liliana Fernández Steiner durante un partido de voley playa en Río de Janeiro (Brasil). / EFE

Violeta Molina Gallardo

La desigualdad de género y el sexismo atraviesan el deporte desde los torneos infantiles hasta las competiciones de élite. La futura ley del deporte pretende combatir la discriminación que sufren las mujeres con numerosas medidas para la conciliación o la protección de la maternidad, la lucha contra las violencias machistas o la brecha salarial.

Desde lo más visible, como las equipaciones, a lo que aún permanece oculto, por ejemplo el acoso sexual. La norma, elaborada por el Gobierno y ahora en el Congreso, aspira a dar respuesta legislativa al crecimiento imparable del papel de las mujeres en el deporte y corregir los obstáculos que impiden la igualdad con políticas que prevengan, identifiquen y sancionen la merma de derechos y situaciones que impliquen situaciones de discriminación.

Diputadas y diputados se han tomado en serio la tarea y han mejorado el proyecto gestado por el Ejecutivo. Entre sus aportaciones, el rechazo a las equipaciones e indumentarias que reproduzcan estereotipos sexistas. ¿Por qué ellas en bikini y ellos con camiseta y pantalón al jugar al voley playa?

El informe de la ponencia de la ley -el texto consensuado antes de ir al Pleno para su aprobación definitiva- aborda esta cuestión, aunque se queda un poco corto. La razón es que no se prohíben las indumentarias sexistas, no es una obligación legal, sino que se opta por la fórmula de instar a las administraciones públicas competentes a velar por que las equipaciones no perpetúen o reproduzcan esos estereotipos.

En el campo de la igualdad, la historia lo demuestra, las recomendaciones quedan al albur de las buenas voluntades. No se puede perder de vista que hay quien aún considera que el cuerpo de las deportistas forma parte del espectáculo deportivo, la cosificación y sexualización no son cosa del pasado.

Donde no deja margen de dudas el texto de la ley es en la discriminación por embarazo o maternidad. La norma declarará nulas de pleno derecho las cláusulas de contrato que permitan o favorezcan la rescisión unilateral cuando una deportista se quede embarazada o dé a luz.

En el mismo sentido, terminará con el "desamparo legal de las mujeres deportistas en situación de embarazo ante la pérdida de ayudas y subvenciones bajo el pretexto de no haber competido", con la "reducción de sus derechos como miembros de entidades deportivas" y con la pérdida del derecho a voto en las asambleas generales de las federaciones deportivas.

Violencia en el deporte

Sus señorías también han consensuado en el trámite parlamentario de la ley que se prohíba exhibir pancartas, banderas y otros símbolos con mensajes que inciten a la violencia o insulten, amenacen o vejen a una persona por su sexo. La ley del deporte modificará a su vez la ley contra contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte para que la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte se implique directamente en la lucha contra la discriminación.

A tal fin, tendrá que prevenir conductas discriminatorias por razón de sexo en las competiciones deportivas oficiales, realizar acciones para combatir esa violencia y esa discriminación y supervisar el cumplimiento de las buenas prácticas de sensibilización de los clubes, las agrupaciones y las federaciones deportivas en el respeto a la igualdad efectiva entre mujeres y hombres y la orientación sexual.”

Hasta ahora, el machismo y el sexismo no se mencionaban de forma explícita en la citada norma contra la violencia, algo que va a cambiar. Cuando se apruebe la ley del deporte, se podrá castigar la incitación, el fomento o la incitación de comportamientos de violencia contra las mujeres.

La violencia machista también se manifiesta en forma de acoso en el propio deporte, como por desgracia evidenciaron hace poco los abusos sistemáticos en el fútbol femenino de Estados Unidos. En España, la ley obligará a federaciones deportivas y ligas profesionales a contar con un protocolo de prevención y actuación para situaciones de discriminación, abusos o acoso sexual y acoso por razón de sexo o autoridad. Cualquier situación de este tipo tendrá que ser puesta en conocimiento del Consejo Superior de Deportes, organismo con capacidad sancionadora.

El CSD será asimismo el encargado de facilitar la formación integral contra el acoso sexual y otras formas de discriminación al personal encargado de la gestión de las instalaciones deportivas, de manera que sepan cómo actuar sin revictimizar a las posibles víctimas y garantizar la protección de todas las personas que hagan uso de las instalaciones.

Visibilidad del deporte femenino

Si lo que no se nombra no existe, en esta época de primacía audiovisual lo que no se ve en una pantalla se esconde en la inexistencia. Por eso es tan importante que los medios de comunicación retransmitan las competiciones deportivas en los mismos términos para las categorías femeninas y masculinas. La ley no obliga en este sentido, pero recoge que se promoverá la igualdad en la visibilidad de los eventos deportivos. Eso sí, va algo más allá con los medios públicos, a quienes compromete a programar "en horarios de audiencias equiparables, si así lo permite la organización de las competiciones de que se trate, la retransmisión en directo o en diferido de los eventos deportivos homologables, si se trata de una competición equiparable, ya sea liga, torneo o similar, de hombres y mujeres". Los medios tendrán que velar por que la representación de las deportistas esté libre de cosificación sexual y estereotipos sexistas.

La futura ley del deporte también pone el foco en las desiguales condiciones económicas que padecen las profesionales y establece que los premios deportivos organizados o financiados por las administraciones públicas tendrán que ser igualitarios, y garantiza que el sistema de primas de las selecciones nacionales se articule con los mismos criterios para hombres y mujeres.

En el Congreso se ha acordado que tanto las federaciones como las ligas profesionales tengan que garantizar un trato igualitario entre ambos sexos en eventos y competiciones deportivas y, en ese sentido, asegurar la "igualdad en las condiciones económicas, laborales, de preparación física y asistencia médica y de retribuciones y premios entre deportistas y equipos femeninos y masculinos de una misma especialidad deportiva".

Comisiones de Igualdad y Concicliación

Se han incluido medidas para proteger la conciliación y la corresponsabilidad. Federaciones y ligas profesionales deberán elaborar planes específicos para el blindaje de la maternidad y la lactancia. Las federaciones habrán además de implementar comisiones de igualdad para gestionar las incidencias de discriminación por razón de sexo y para orientar a deportistas y al personal en la prevención y detección de estas situaciones.

Para reducir la brecha de género en el deporte, los poderes públicos planificarán y dimensionarán los espacios escolares disponibles para la actividad física de manera que se adapten a las necesidades de la población infantil y adolescentes, velando por que sean lugares seguros y accesibles para las niñas y las adolescentes.

Dirigida también a niñas y adolescentes es la medida que obliga a fomentar la diversidad en la oferta de actividades deportivas dirigidas a menores, con la finalidad de reducir la brecha de género existente en la realización de actividades físicas ya desde edades tempranas.