La ronda italiana

El neerlandés Van Uden se lleva al esprint la primera etapa italiana del Giro

Mads Pedersen mantiene el liderato de la carrera, mientras los favoritos siguen resguardados a la espera del test del viernes, en la séptima etapa

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Mientras el neerlandés Casper van Uden presentaba credenciales como velocista al ganar la cuarta etapa del Giro de Italia, en Lecce, en el talón de la famosa bota transalpina, Carlos Verona trabajaba para su líder, el jefe del la carrera, Mads Pedersen, quien salió más retrasado de lo esperado en la última curva y sólo se pudo conformar con la cuarta plaza después de haber ganado ya dos veces en la ronda italiana.

Verona es un madrileño de San Lorenzo del Escorial que ya hace muchos años se instaló en Matadepera antes de convertirse en uno de los ciclistas ‘pioneros’ que se instaló en Andorra, cuando todavía la mayor colonia de corredores profesionales residía en Mónaco.

Al Giro ha acudido como ayudante no sólo de Pedersen, el danés que fue campeón del mundo en 2019, sino para proteger a Giulio Ciccone, quien junto a Antonio Tiberi es una de las dos principales opciones italianas para destacar en una general donde Primoz Roglic y Juan Ayuso son los dos principales candidatos para llevarse la victoria.

Carlos Verona, al frente del pelotón del Giro.

Carlos Verona, al frente del pelotón del Giro. / LIDL-TREK

Verona, en cambio, ya sabe a los 32 años que lo suyo es ejercer el oficio de gregario, con el que se matriculó, sobre todo, en la época donde corrió con el Movistar. Fue uno de los corredores clave para que el conjunto telefónico ganase por equipos en el Tour de la pandemia, el de 2020, que se disputó en septiembre. En 2022 consiguió la victoria en una etapa del Dauphiné, su único triunfo como corredor profesional. El año pasado fichó por el Lidl-Trek, la escuadra estadounidense con la que ya disputó la ronda francesa y la Vuelta el año pasado.

Landa, en el País Vasco

Se le vio en la primera etapa como el corredor que eliminó a buena parte de los rivales de Pedersen en la subida al puerto albanés que llevaba hacia la meta de Tirana. En el descenso se cayó Mikel Landa y se fracturó una vértebra. Ya se encuentra en Álava a la espera de recuperarse, y a ver si puede disputar alguna carrera en la última parte de la temporada.

En esta cuarta etapa, Verona, por ejemplo, tuvo que rezagarse para ayudar a Ciccone a reintegrarse al pelotón después de quedar cortado. Fue una etapa tranquila. Desde la salida se sabía que acabaría al esprint, aunque el corredor asturiano Francisco Muñoz, criado en Catalunya, tratase de llevar a buen puerto una fuga imposible.

Verona es protagonista de esta historia no sólo por disputar el Giro sino porque este año se ha destapado como organizador de carreras, algo novedoso en el mundo de la bici. Incluso, si se extiende a otros deportes, aparecen figuras como la de Gerard Piqué, liado como empresario en el mundo del fútbol y otras especialidades como el tenis.

138 kilómetros por Andorra

Hace cuatro años Verona tuvo la idea de proponer a las autoridades locales la creación de una carrera profesional que se disputase íntegramente en Andorra. “Este proyecto me ha permitido hacer algo más aparte de pedalear. Tuve la idea, porque a Andorra, donde resido desde hace años, le faltaba una prueba profesional”. La carrera verá la luz el domingo 22 de junio. Se denomina Andorra Morabanc Clàssica, contará con 138 kilómetros y la participación de cuatro equipos World Tour (Arkéa, EF, Movistar y, claro está, el Lidl Trek).

La quinta etapa.

La quinta etapa. / GIRO DE ITALIA

Por si fuera poco, Verona, aparte de ser el organizador también la correrá. “Espero llegar en buena forma después de disputar el Giro. Para mí sería un sueño poder ganarla”. La prueba se celebrará dos semanas antes del Tour y será una oportunidad como test para la Grande Boucle.

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