En plena temporada de los deportes de invierno aumentan las urgencias traumatológicas. Por ello, los expertos recuerdan la importancia de utilizar la indumentaria adecuada, realizar un entrenamiento previo antes de deslizarse por la nieve y vigilar el estado de las pistas. Vaquero Martín, traumatólogo y responsable de Comunicación de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT), aconseja "hacer previamente ejercicios de calentamiento, elegir las pistas según el nivel del esquiador, respetar las normas dentro de la pista y no seguir esquiando cuando llega el cansancio".

El doctor Tomas Fernández Jaén, vocal de la Sociedad Española de Traumatología del Deporte (Setrade), señala que las lesiones al practicar deportes de nieve se producen con más frecuencia en personas que no practican deporte de manera habitual. Para el doctor, muchos accidentes podrían evitarse si se fortalecen antes los cuádriceps, los isquiotibiales y los gemelos, se mejora la capacidad cardiaca y pulmonar practicando otros deportes como montar en bici, jogging, natación y también si se consigue mayor flexibilidad con los estiramientos.

Además, el doctor Vaquero Martín subraya también que el calentamiento previo prepara el organismo para los posibles esfuerzos que se producirán. Y es que, durante los meses de invierno, motivados por los escasos días de sol, los esquiadores se lanzan a la práctica de este deporte sin apenas un entrenamiento físico, de ahí el incremento en la incidencia de este tipo de problemas.

El equipo utilizado para practicar este tipo de actividades es fundamental, y su mala colocación o uso puede ocasionar problemas. Así, llevar una fijación muy fuerte de las botas a los esquíes puede provocar que, durante la caída, estos no se separen de las fijaciones y hagan girar las rodillas, que es donde se producen la mayor parte de las lesiones, señalan los expertos.

Las condiciones de la pista también influyen a la hora de las lesiones, pero en general los servicios sanitarios de montana suelen tener profesionales bien entrenados y con una alta preparación técnica que pueden disminuir el impacto sufrido en la caída, manifiestan los especialistas.

Las dolencias más comunes se producen en el aparato locomotor siendo las fracturas de tibia y las lesiones ligamentosas de la rodilla las más frecuentes. Se ha comprobado que llevar una bota que sujeta poco o mal abrochada es responsable de la mayoría de las fracturas de tibia. Además, el no tener unas ataduras correctas, que salten en el momento del accidente, constituye la mayor causa de lesiones de ligamentos de rodilla.

El aumento de las lesiones se debe también al auge que ha vivido en los últimos años el snowboard. En esta práctica, el riesgo de lesiones que requieren hospitalización es de tres a cuatro veces más alto que en las personas que optan por el esquí. En el snowboard, las lesiones más usuales son las fracturas de muñeca, mientras que el esguince del codo del esquiador es típico de las caídas con el bastón empuñado. Si bien los esquiadores alpinos tienen una mayor prevalencia de problemas en extremidades inferiores como la rodilla, los practicantes de snowboard tienen un alto riesgo de sufrir lesiones en muñeca, antebrazo, tobillo y columna, y también las dolencias en la cabeza tienden a ser más severas.

Los traumatólogos piden especial atención para los niños, un colectivo más vulnerable a este tipo de accidentes, por tener un mayor volumen de cabeza en relación al cuerpo. Esto puede provocar traumatismos craneoencefálicos con mayor frecuencia, por lo que el uso de casco, para los pequeños esquiadores, es "indispensable".

En caso de que se produzca una caída, los esquiadores deben tener en cuenta como signos de gravedad notar un chasquido en la rodilla, que no se hayan soltado los esquís, tener dificultad para extender o flexionar la rodilla o incapacidad para levantarse. En ese caso lo mejor es que permanezca quieto a la espera de la llegada de los servicios de emergencia. Mientras tanto, aconsejamos cubrir la rodilla con nieve para que actúe como antiinflamatorio, según apunta el doctor Fernández Jaén.