La operación de nacionalización de IndyMac, que contaba con activos por un valor de 32.000 millones de dólares (20.000 millones de euros), costará a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) entre 4.000 y 8.000 millones de dólares (entre 2.500 y 5.000 millones de euros). La OTS, regulador principal de IndyMac, culpó a los comentarios del senador demócrata por Nueva York, Charles Schumer, de la retirada de más de 1.300 millones de dólares (casi 820 millones de euros) en once días desde finales de junio, cuando Schumer expresó sus dudas sobre la capacidad de IndyMac para sobrevivir a la crisis de vivienda.

Las 33 sucursales del banco permanecerán cerradas a lo largo del fin de semana hasta el próximo lunes, cuando reabran de nuevo bajo el nombre IndyMac Federal Bank, según informó la OTS. No obstante, durante hoy y mañana los clientes no podrán ponerse en contacto con el banco vía telefónica o Internet, aunque podrán seguir empleando los cajeros automáticos, y serán capaces de operar con cheques o tarjetas de crédito.

Según asegura la propia compañía en un comunicado, "los depositantes asegurados y los prestatarios se convertirán automáticamente en clientes de IndyMac Federal Bank y continuarán con servicio al cliente ininterrumpido" a partir del lunes.

Ese mismo día, la FDIC comenzará a comunicarse con clientes con depósitos no asegurados para emplazar citas con agentes de reclamaciones de la FDIC, que les pagará un dividendo por adelantado equivalente al 50 por ciento de la cantidad no asegurada.

IndyMac se convierte así la segunda institución bancaria más importante en ser nacionalizada por las autoridades estadounidenses, después de que el Continental Illinois Bank y sus más de 40.000 millones de dólares en activos (más de 25.000 millones de euros), pasaran a ser controlados por el Gobierno federal en 1984.