Durante su comparecencia en la Comisión de Industria del Congreso, Sebastián apostó por lograr un "equilibrio razonable" entre las energías razonables y "tirar la casa por la ventana".

La propuesta del Ministerio, que hoy estudia la Comisión Nacional de la Energía (CNE), establece una retribución de entre 29 y 33 céntimos de euros por kilovatio-hora (KWh) generado por las instalaciones solares, frente a los 25 céntimos por KWh que se pagan en Alemania, el país donde más desarrollada está la fotovoltaica, explicó.

La nueva normativa entrará en vigor a finales de septiembre y no tendrá efectos retroactivos, ya que las instalaciones que se hayan registrado hasta esa fecha continuarán cobrando las primas actuales, que ascienden a 45 céntimos por KWh.

Asimismo, destacó que la fotovoltaica, que genera el 0,8 por ciento de la energía eléctrica consumida en España, recibió por su producción una cantidad de dinero equivalente a la mitad de la subida del 5,6 por ciento del recibo de la luz que entró en vigor el pasado 1 de julio.

El ministro negó además que una reducción de las primas desincentive la implantación en España de empresas de fabricación de paneles solares y recordó que el pasado año se importaron del exterior el 80 por ciento de los panales instalados, con un coste de 2.500 millones de euros.

Industria espera recibir el informe de la CNE sobre el borrador de la orden ministerial que regulará la retribución fotovoltaica a finales de agosto o principios de septiembre, dijo Sebastián.