Obama y Bush piden a un Congreso reticente el resto del socorro financiero

Obama llamó esta mañana a Bush, unos 20 minutos después que el presidente diera su última conferencia de prensa en la Casa Blanca, en la que dijo que no pediría los fondos al Congreso a menos que su sucesor así se lo pidiera.

"El presidente Bush asintió a la petición del presidente electo", indicó la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.

"Continuaremos nuestras consultas con el equipo de transición del presidente electo y con el Congreso sobre la mejor manera de proceder de acuerdo con lo requerido por la legislación".

La petición, cuando faltan ocho días para que termine el mandato de Bush y comience el de Obama, es controvertida: demócratas y republicanos en el Congreso han criticado la forma en que el Departamento del Tesoro ha manejado la mitad del socorro que se le facilitó hace dos meses y medio.

Varios senadores demócratas han exigido que se autorice el desembolso de los fondos solamente si se aprueban límites y controles más estrictos.

El Congreso puede rechazar la petición del Poder Ejecutivo si aprueba una resolución en tal sentido en un plazo de 15 días. Esa resolución podría vetarla el presidente, pero eso representa una confrontación que probablemente Obama quiere evitarse en los primeros días de su presidencia.

Además, no queda claro qué presidente sería el que emitiría el veto, si el saliente o el entrante. Incluso si Bush vetara la desaprobación del Congreso, sería Obama el que tendría que lidiar con la campaña de los legisladores para anular el veto.

Los mismos senadores demócratas han indicado que quieren, por escrito, un compromiso de Timothy Geithner, el futuro secretario del Tesoro, en el que detalle cómo usará el dinero y cuáles serán las condiciones que impondrá a los bancos que reciban fondos.

El ex secretario del Tesoro Lawrence Summers, a quien Obama ha designado como director del Consejo Económico Nacional, envió hoy una carta a los dirigentes del Congreso en que les recuerda que "empezamos 2009 en medio de una crisis como la que no hemos visto en nuestras vidas".

Obama, añadió Summers, cree que su "plan de Recuperación y Reinversión es crucial pero por sí solo no resolverá todos los problemas que nos llevaron a esta crisis".

En su mensaje, Summers indicó algunos detalles de la forma en que el gobierno usará los fondos y que apuntan a contener el aluvión de ejecuciones hipotecarias.

La idea, dijo Summers, es "usar todas nuestras herramientas para que fluya nuevamente el crédito a las familias y los negocios y lanzar un esfuerzo de gran magnitud para atender la crisis de las ejecuciones hipotecarias".

Obama, según lo que Summers le dijo al Congreso, quiere imponer condiciones "estrictas y transparentes para las firmas que reciban asistencia con fondos de los contribuyentes", y ha ordenado al Departamento del Tesoro que "observe, mida y siga la pista de lo que ocurre con los recipientes de nuestra ayuda financiera".

Una de las críticas mayores al manejo de la primera mitad del socorro financiero que ha hecho el Departamento del Tesoro dirigido por Henry Paulson es que se distribuyeron casi 250.000 millones de dólares a los bancos y estos usaron el dinero para pagos de bonos, pagos de dividendos, compras de otros bancos y a mejorar sus arcas financieras, en lugar de facilitar el crédito a los consumidores y empresas.

"Nos aseguraremos de que los recursos se dirijan al aumento del préstamo y a impedir nuevas crisis financieras, y no al enriquecimiento de los accionistas o ejecutivos", prometió Summers.