General Motors (GM) declaró que el 1 de junio del 2009 quedará marcado en el calendario no como el día en que se declaró en quiebra sino como el del "nuevo inicio" de la centenaria empresa que durante décadas marcó la prosperidad de EEUU.

GM, un icono de la economía estadounidense, se declaró ayer en quiebra en un tribunal de Nueva York al no poder reestructurar su deuda, como había exigido el Gobierno estadounidense. Esta supone la mayor quiebra industrial de la historia del país.

En términos similares se expresaron el presidente de EEUU, Barack Obama, y el máximo directivo de GM, el consejero delegado Fritz Henderson, quien afirmó que la declaración de quiebra "no tendrá ningún impacto" en Europa, Suramérica o Asia, donde las subsidiarias seguirán operando "sin interrupciones".

Por su parte, Obama afirmó que el plan de bancarrota de GM permitirá la viabilidad futura de la compañía, que renacerá "más fuerte que nunca".

Henderson manifestó que éste es "un momento clave en la reinvención de GM como una compañía más reducida, más atenta en el consumidor y más competitiva que, sobre todo, pueda generar pronto resultados positivos".

Para empezar, GM clausurará en EEUU 11 plantas y cerrará temporalmente otras tres, lo que supondrá la desaparición de otros 21.000 puestos de trabajo.

Además, eliminará unos 2.400 concesionarios en todo el país para retener poco más de 3.600. Y mantendrá solo cuatro de sus ocho marcas: Chevrolet, Cadillac, Buick y GMC, y se deshará de Pontiac, Saturn, Saab y Hummer.

GM –que dejará de cotizar en la Bolsa hoy al igual que el banco Citigroup– dijo que ha llegado a acuerdos con el Departamento del Tesoro de EEUU y las autoridades canadienses "para acelerar su reinvención y crear una ´Nueva GM´ más reducida y fuerte".

Por otra parte, los representantes de Magna comenzarán a entrevistarse con las direcciones de las fábricas de Opel a partir del día 9, como paso previo al inicio del plan de reestructuración previsto para el fabricante. En este sentido, los sindicatos de GM España animaron a trabajadores y políticos a defender la continuidad de la planta zaragozana de Figueruelas

Tras la quiebra de GM, el fabricante japonés Toyota saldrá reforzado como número uno mundial del motor, pese a estar abocado a los números rojos.