Goldman Sachs considera que el plan de reducción del déficit de España es "creíble" y que sus perpectivas fiscales son "buenas", aunque también apuesta por que el Gobierno acelere algunas reformas pendientes para aplacar el nerviosismo de los inversores y el contagio del efecto Grecia.

El Ejecutivo ha puesto en marcha subidas impositivas impopulares, lo que pone de manifiesto su voluntad de resolver los desequilibrios fiscales, como la supresión de los 400 euros o la subida del IVA del 7% al 8% y del 16% al 18%, dice la firma.

Asimismo, Goldman Sachs subraya que los planes de consolidación fiscal del Gobierno de recortar el déficit al 3% en 2013 incluyen señales que pueden ayudar a los mercados a evaluar si está alcanzando la consolidación, como el objetivo de recorte de los gastos del 4,5% marcado para el periodo 2011-2013.

La firma agrega en un informe semanal que el bajo nivel de deuda de España, en el 53,2% del PIB en 2009, garantiza que el ajuste será gradual, lo que aminora el riesgo de sumir de nuevo a la economía en recesión vía endurecimiento fiscal.

También apunta a la credibilidad del Gobierno a la hora de suministrar datos fiscales. "El país está bien equipado para capear el viento en contra" y limitar el deterioro fiscal, considera Goldman Sachs, que descarta la hipótesis de que el sector exportador no sea competitivo. Como contrapunto, indica que la competitividad exportadora se vería impulsada por una mayor flexibilidad salarial.

Acelerar las reformas

Además de estas consideraciones, indica que "el Gobierno haría bien en acelerar algunas reformas pendientes para calmar las preocupaciones de los inversores, que miran con nerviosismo a España" a raíz de sus similitudes con Grecia por su alto endeudamiento.

La firma de inversión estima además que existen riesgos a la baja en cuanto al escenario que maneja el Ejecutivo, como la dificultad de que se cumplan las previsiones de crecimiento de la economía y la debilidad en algunos segmentos del sector financiero por su elevada exposición al sector inmobiliario y de la construcción.

Uno de los riesgos para el cumplimiento de los planes de consolidación del Ejecutivo es que se estanque la economía en años venideros ante la imposibilidad de depreciar la moneda, indica Goldman Sachs.

Sistema financiero

El segundo riesgo que detecta Goldman Sachs de cara a la consecución de este objetivo es el coste potencial para las arcas públicas de un eventual rescate a algunos segmentos del sector financiero.

Sin embargo, considera que la estrategia del Gobierno ante los retos del sector financiero "es apropiada", porque permite a las entidades más sanas hacerse con las más débiles, así como sacar el máximo provecho de sus activos a medida que la economía se recupere.

Además recuerda el pacto alcanzado entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, para acelerar la reestructuración financiera y reformar la ley de cajas en un plazo de tres meses.

El sistema financiero español está fuertemente endeudado y cuenta con préstamos al ladrillo por 445.000 millones de euros, lo que significa el 45% del PIB. "Los bancos pueden no ser capaces de recuperar una parte importante de esos préstamos", advierte.

Las pérdidas latentes tendrán que ser reconocidas en algún momento, lo que podría suponer el colapso de algunas instituciones y forzar al gobierno a recapitalizarlas, con el consiguiente efecto sobre la deuda pública.