El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, subrayó que las pruebas de solvencia hechas a las entidades financieras españolas confirman la solidez del sector bancario del país.

En la rueda de prensa en la que presentó esas pruebas de solvencia, Fernández Ordóñez recordó que este ejercicio se ha basado en un escenario "altamente improbable" de deterioro económico, alejado de la realidad y demuestra, por tanto, que en condiciones "normales y previsibles" el sistema financiero español es sólido.

El responsable del supervisor admitió que hay cuatro agrupaciones de cajas que necesitarían recapitalización según las pruebas, pero en su opinión no haría falta porque actualmente superan el 4% legal de Tier 1 -proporción de recursos propios de máxima calidad del total de activos ponderados por riesgo-, aunque estén por debajo del 6% que se ha utilizado como referencia en este ejercicio europeo.

Además recordó que no habría problemas en caso de que tuvieran que conseguir más capital, ya que hoy mismo la Comisión Europea ha permitido la ampliación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que tiene "dinero suficiente" para las entidades que lo pudieran necesitar, y, por otra parte, también pueden acudir al mercado, gracias a la reforma de la ley de cajas.

En cualquier caso explicó que el supervisor se reunirá con las cuatro entidades que no han superado la prueba para ver si necesitan nuevos recursos y, en caso de ser así, deberían buscar esa recapitalización antes de que acabe el año.

Aunque en el conjunto del análisis europeo cinco de las siete entidades que no han pasado la prueba son españolas, Fernández Ordóñez advirtió de que no se pueden hacer comparaciones, dado que éste ha sido el único país que ha sometido a examen a todo su sistema, mientras otros países han decidido la opción que daba el supervisor europeo, de examinar como mínimo a la mitad de su sector.

Insistió en que los mercados se van a dar cuenta de que la banca española en general "está bastante por encima del 6% en un escenario de estrés y que "las grandes instituciones, que son las que importan, están absolutamente por encima". Subrayó además que las entidades que no han pasado la prueba "no son cajas con problemas", y todas tienen un proyecto de integración aprobado por el Banco de España.

En su opinión, tanto los test de solvencia como la reestructuración financiera y los cambios en política económica que el Banco de España han venido reclamando en los últimos meses, con reformas como la laboral o de pensiones, harán posible recuperar dicha confianza, necesaria porque "las entidades españolas funcionan mejor cuando funcionan los mercados; y esto ya ha empezado a ocurrir".