El frenazo del consumo llevó a la economía española a registrar una tasa de variación intertrimestral nula durante el tercer trimestre del año, frente al avance del 0,2% del trimestre anterior. No obstante, el PIB español creció un 0,8% en tasa interanual, igual que en el trimestre precedente, según los datos de Contabilidad Nacional, con la nueva base 2008, publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La nueva base de las cuentas nacionales ha modificado ligeramente algunos de los datos del PIB que se difundieron en su día, generalmente al alza. Uno de esos cambios ha sido la tasa interanual del segundo trimestre de este año, que ha pasado del 0,7% publicado inicialmente al 0,8%.

De acuerdo con los datos del INE, el PIB español desaceleró dos décimas su crecimiento en el tercer trimestre del año y mantuvo intacta la tasa interanual, al registrar la misma que en el segundo trimestre.

Según el organismo estadístico, la contribución al crecimiento agregado de la demanda nacional fue cinco décimas menos negativa en el tercer trimestre, situándose en -1,2 puntos, mientras que la demanda externa también redujo cinco décimas su aportación al trimestral, desde 2,5 a 2 puntos.

El estancamiento del PIB en el tercer trimestre se produce después de seis trimestres consecutivos de crecimiento económico, mientras que en tasa interanual el PIB acumula ya cinco trimestres en positivo. En el tercer trimestre de 2010, el PIB español avanzó un 0,1% en tasa intertrimestral y un 0,4% tasa interanual, según los cálculos del INE con la nueva base de 2008.

MENOS CONSUMO FAMILIAR ENTRE JULIO Y SEPTIEMBRE.

El crecimiento nulo de la economía española durante el tercer trimestre del año fue consecuencia de la caída experimentada por el consumo familiar y de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares frente al repunte que experimentaron en el trimestre anterior.

En concreto, el consumo familiar se contrajo entre julio y septiembre un 0,1%, frente al avance del 0,1% del segundo trimestre, mientras que el consumo de las instituciones sin fines de lucro cayó un 1%, en contraste con el crecimiento del 1,1% del trimestre precedente.

Por su parte, las administraciones públicas también recortaron sus gasto en consumo en el tercer trimestre, aunque algo menos que en el segundo trimestre (-1,1% frente a -1,3%). La inversión, por su lado, también se contrajo en el tercer trimestre, con una reducción del 0,6%, la mitad de lo que retrocedió en el segundo trimestre (-1,2%).

En tasa interanual, la economía española logró mantener una tasa de crecimiento del 0,8% gracias a un comportamiento más favorable del gasto en consumo de los hogares, que mejoró siete décimas su crecimiento, desde el -0,3% al 0,4%, pese a que la remuneración de los asalariados presentó un crecimiento más negativo que en el trimestre anterior (del -0,5% al -1,2%). El consumo de servicios se muestra más dinámico que el de bienes, especialmente que el de bienes duraderos, que prosigue con tasas negativas superiores al 10%.

Frente al mejor comportamiento del consumo familiar, el gasto en consumo final de las administraciones públicas empeoró seis décimas, desde una tasa interanual del -1,7% en el segundo trimestre al -2,3% del tercero.

MEJOR COMPORTAMIENTO DE LA INVERSIÓN.

La formación bruta de capital fijo, por su parte, mejoró su comportamiento en el tercer trimestre, pese a seguir en tasas interanuales negativas. Así, pasó del -5,5% del segundo trimestre al -4,2% en el tercero.

La inversión en activos fijos materiales (construcción y bienes de equipo) subió ocho décimas respecto al segundo trimestre, desde el -5,7% al 4,5%. En concreto, la inversión en activos de construcción moderó un punto su retroceso, desde el -8,4% al -7,4%, mientras que la inversión en bienes de equipo aumentó un 2,4%, casi un punto más que en el segundo trimestre.

Por otro lado, la contribución de la demanda exterior neta de la economía al PIB se redujo cinco décimas en el tercer trimestre, al pasar de 2,5 puntos a 2 puntos. Este resultado se debe a la desaceleración de las exportaciones, en contraste con el repunte positivo experimentado por las importaciones.

LA CAÍDA DEL EMPLEO SE ACENTÚA.

El empleo de la economía, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, descendió a un ritmo del 1,9%, ocho décimas más que en el segundo trimestre del año, lo que supone una reducción neta de casi 327.000 puestos de trabajo en un año.

Por ramas de actividad, el comportamiento del empleo fue peor que en el trimestre precedente. La construcción perdió más de 222.000 empleos en un año, la industria casi 40.000, los servicios cerca de 44.000 y las ramas primarias, 21.000 puestos de trabajo a tiempo completo.

Por el contrario, el número de horas efectivamente trabajadas por las personas ocupadas pasó del -1,6% del segundo trimestre al -0,4% en el tercero. La diferencia entra esta evolución y la de los empleos equivalentes a tiempo completo se debe al aumento del 1,5% de la jornada media a tiempo completo.

Por todo ello, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente aumentó siete décimas, hasta el 2,7%, mientras que el crecimiento de la productividad por hora efectivamente trabajada se redujo desde el 2,4% al 1,2%.

Por su parte, la remuneración de los asalariados aumentó siete décimas su contracción en el trimestre, hasta el -1,2%, como consecuencia del repunte negativo del número de asalariados hasta el -1,8%, lo que se vio parcialmente compensado por la mejora en tres décimas de la remuneración media de por asalariado (del 0,3% al 0,6%). De esta forma, el coste laboral por unidad de producto se redujo hasta el -2,1%, tres puntos y medio por debajo del deflactor implícito de la economía.