Desde el pasado sábado existe un nuevo pequeño salvavidas para los casos más extremos de las familias que no puedan hacer frente al pago de la hipoteca de su vivienda. Y es que antes de ofrecer la dación en pago, solución final que supone perder la casa aunque se ofrezca beneficios al alquiler en los dos primeros años, se han establecido dos pasos que pueden ser una mejor solución.

Plan de restructuración

Es el primer paso y puede solucionar muchos problemas, ya que en la práctica totalidad de los casos se va a pagar mucho menos que un alquiler y a un plazo mayor. En este plan de restructuración se permitirá:

  • Carencia en la amortización de capital de cuatro años, es decir sólo pagar intereses
  • Se amplía el plazo de pago hasta 40 años desde el momento de la contratación
  • Se reduce el tipo de interés a Euribor + 0,25%

Pongamos un caso práctico, una vivienda de 180.000 euros que se esté pagando Euribor + 0,75% a un plazo de 20 años. Actualmente estaría pagando 812 euros, con el plan de restructuración se pagaría 307 euros por los intereses y tras los cuatro primeros años la cuota sería de 550 euros.

Aun así, si no es viable el plan (supera en el 60% a los ingresos de todos los miembros de la familia) permite como medidas complementarias y segundo paso una quita de hasta el 25% de la deuda, en nuestro mismo ejemplo se acabaría con una cuota inicial de 230 euros que luego pasaría a 440 euros.

Desde luego son cuantías accesibles para el mercado de la vivienda y además obligadas. Ya que para solicitar la dación hay que esperar doce meses mientras que el plan de restructuración se solicita en el primer mes.

Contra la triste realidad

Carencia, aumento de plazo, posibilidad de reunificar otras deudas sin costes de amortización anticipada en los 10 primeros años e intereses competitivos. Pasos lógicos pero que sólo están al alcance de muy pocos y siempre que la entidad se adhiera al Código de Buenas Prácticas.

Mientras la realidad es muy distinta. Ahora mismo mientras que el diferencial se ha disparado en la oferta de hipotecas nuevas a tipos que están entre el 1,5%-2% de media, en el caso de refinanciar incluso supera el 3% y tomando como referencia el valor actual de tasación (muy a la baja) y olvidándose del de compra.

La solución, que se vaya acabando con esta dualidad, la de impedir cualquier refinanciación cuando se tienen ingresos, pero insuficientes, para hacer frente al pago de la deuda con unas condiciones abusivas y se tenga que llegar a la exclusión para que ofrezcan tipos viables.

Si asumimos que los bancos puedan obtener liquidez del BCE al 1% ¿Por qué no aplicar estas facilidades a quien quiera refinanciar las deudas de su primera vivienda?

Antonio Gallardo, iAhorro.com, Comparador de Ahorro Comparador de Ahorro