La prima de riesgo española -que mide el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán y el nacional- ha cerrado su peor semana desde la entrada en el euro en 536 puntos básicos, igual que ayer.

La prima de riesgo española cerraba plana su quinto día consecutivo por encima de 500 puntos básicos, a pesar de que durante la mañana se disparaba a un nuevo máximo desde la entrada en el euro al alcanzar 547,9 puntos.

Parte de este repunte se debe al desplome de la rentabilidad de los bonos alemanes, que funcionan como referencia y que marcaban al cierre de hoy el 1,17 % de rentabilidad, un nuevo mínimo histórico.

La rentabilidad de la deuda española a diez años, por su parte, bajaba al 6,53 % -tres centésimas menos que ayer- mientras persisten las dudas sobre el sector financiero español y a pesar de los continuos intentos del Gobierno por calmar la situación.

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha lanzado hoy un nuevo un mensaje de confianza y de seguridad hacia la economía española durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y ha dicho que "la solución a la crisis se llama euro y se llama Unión Europea".

De esta manera, Montoro intentaba despejar los rumores sobre un posible rescate -al país o a la banca-, al igual que lo hiciera ayer la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Según explica el departamento de análisis de Self Bank, persisten los rumores que apuntan a un inminente anuncio de rescate de España, pese al desmentido del propio organismo, por lo que la desconfianza continúa y las miradas siguen fijas en el sector bancario.

La desconfianza hacia España se dejaba sentir también en el mercado de seguros, donde los títulos para protegerse ante un posible impago de España se han disparado a su máximo histórico.

Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de un impago de 10 millones de dólares se cambiaban al cierre de hoy a 553.340 dólares anuales, lo que los sitúa como los séptimos más caros del mundo.

Con el euro por debajo de los 1,24 dólares, la prima de riesgo italiana se ha reducido hasta los 457 puntos básicos y la portuguesa, hasta los 1.079, mientras que irlandesa ha repuntado a 628 puntos.

Desplome de la Bolsa

Por su parte, la Bolsa española ha bajado el 0,41 por ciento y ha registrado otro mínimo anual al cierre (6.065 puntos), perjudicada por el aumento del paro en los Estados Unidos y la desaceleración de la actividad industrial en las mayores economías del mundo.

Esta semana, la peor desde el comienzo de agosto de 2011, el mercado nacional baja el 7,31 por ciento, en tanto que en el año acumula unas pérdidas del 29,2 por ciento.

En Europa, destacó la caída del 3,42 por ciento de Fráncfort, mientras que el índice Euro Stoxx 50 cayó el 2,37 por ciento; París, el 2,21 por ciento; Londres, el 1,14 por ciento, y Milán, el 1,04 por ciento.

La Bolsa comenzaba la jornada con ganancias moderadas y superaba el nivel de 6.100 puntos mientras las plazas europeas registraban pérdidas. El Gobierno español había obtenido la víspera el apoyo del Tesoro estadounidense y del FMI para que la banca española pueda recibir ayudas del fondo de rescate europeo.

El mercado nacional esquivaba la bajada del 0,2 por ciento de Wall Street la víspera y la caída de la actividad industrial en China en mayo, que rozaba la contracción, lo que afectaba al precio de las materias primas y a las empresas manufactureras y exportadoras europeas.

La Bolsa liquidó sus ganancias a medida que se conocían los datos sobre el descenso de la actividad industrial en mayo en la zona euro, que se situaba en niveles de tres años atrás, y en otros países europeos relevantes como Alemania, aunque destacaba la notable caída del Reino Unido, cuyo negocio fabril se contraía.

Mientras la Bolsa española bajaba hasta 6.050 puntos, las ventas en el mercado de deuda acercaban la prima de riesgo a 550 puntos antes del mediodía, en tanto que la rentabilidad de los bonos a largo plazo avanzaba hasta el 6,6 por ciento.

Durante un par de horas se mantenían las pérdidas, mientras se conocía el aumento del desempleo en la zona euro, que se situaba en el 11 por ciento en abril, y en Italia, que en el primer trimestre se situaba en el 10,9 por ciento, 2,3 puntos más que en el mismo período del año pasado.

El respaldo del Gobierno alemán al aumento del plazo propuesto por la Comisión para que España reduzca su déficit público contribuía a que el mercado nacional abandonara entonces las pérdidas.

Antes del dato de empleo estadounidense se conocía el déficit cero de las autonomías en el primer trimestre y la bolsa estaba sobre 6.100 puntos. La prima de riesgo se situaba en 525 puntos y la rentabilidad de la deuda en el 6,45 por ciento.

La creación de sólo 69.000 puestos de trabajo en mayo en Estados Unidos -se esperaban 150.000- y el aumento de la tasa de desempleo una décima, hasta el 8,2 por ciento, trajo nuevamente las pérdidas a la bolsa.

Tras las estadísticas laborales estadounidenses, el petróleo Brent bajaba de 100 dólares el barril y se cambiaba a menos de 98 dólares, mientras que el euro se negociaba por debajo de 1,23 dólares, nivel de junio de 2010.

Con las pérdidas de Wall Street, superiores al 1 por ciento desde la apertura, y el mal dato de actividad industrial en Estados Unidos en mayo -el ISM manufacturero bajó de 54,8 a 53,5 puntos-, que no compensó el aumento del 0,3 por ciento del gasto en construcción, las bolsas europeas incrementaron su caída.

Por debajo de los 6.000 puntos

El mercado nacional perdía el nivel de 6.000 puntos a media hora del cierre con una caída del 1,5 por ciento, pero rebotaba sobre esa cota y, con el avance de la mayoría de los grandes valores, reducía su descenso, aunque concluía con un nuevo mínimo anual, el quinto consecutivo.

De los grandes valores, sólo cayó Repsol, el 2,4 por ciento, mientras el petróleo Brent se negociaba a 98,3 dólares el barril, en tanto que BBVA subió el 1,15 por ciento; Telefónica, el 0,75 por ciento; Banco Santander, el 0,58 por ciento, el Iberdrola, el 0,52 por ciento.

FCC lideró las pérdidas del Ibex con un descenso del 6,75 por ciento a pesar de haber conseguido un contrato en Noruega, seguida por DIA, que bajó el 4,35 por ciento; Acciona, cayó el 3,39 por ciento; OHL, el 3,3 por ciento, e Inditex, el 2,69 por ciento.

Sacyr comandó las ganancias del Ibex al revalorizarse el 3,03 por ciento, en tanto que Acerinox subió el 1,61 por ciento, y Caixabank, el 1,54 por ciento.

En el mercado continuo destacó la bajada del 27,33 por ciento de la Seda de Barcelona, en tanto que los derechos de la ampliación de Caixabank comandaron las ganancias con una subida del 12,77 por ciento.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo bajaba seis centésimas y se situaba en el 6,47 por ciento antes del cierre, en tanto que el rendimiento de los títulos germanos bajaba al mínimo histórico del 1,17 por ciento (1,2 por ciento la víspera).

El efectivo negociado se ha situado en 2.380 millones de euros, de los que cerca de 350 fueron intermediados por inversores institucionales.