Alemania ultima los detalles de un plan que permitiría a España recapitalizar su sistema bancario con ayuda de sus socios europeos, pero sin que la cuarta mayor economía de la eurozona tenga que experimentar el bochorno de aplicar nuevas reformas impuestas desde el exterior, según indicaron fuentes germanas.

A pesar de que Berlín se mantiene firmemente en contra de las peticiones de España de utilizar los fondos de rescate para recapitalizar directamente a sus bancos, los funcionarios indicaron que si Madrid presentara una solicitud formal de ayuda podría recibir fondos sin tener que someterse a un programa de rescate como los pactados con Grecia, Irlanda y Portugal.

En vez de esto, España sólo tendría que llegar a un acuerdo sobre las nuevas condiciones de la reforma del sector bancario. Asimismo, Berlín estaría explorando la posibilidad de canalizar esta cualquier posible ayuda a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con el fin de reforzar el mensaje de que es en los bancos y no en las cuentas públicas donde resiiden los problemas del país.

Con la inminente publicación de un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre los bancos españoles la próxima semana, los funcionarios consultados apuntaron que todas las piezas están colocadas para un inminente acuerdo de ayuda con Madrid, lo que podría suponer que las ayudas estuvieran disponibles a principios de julio tras conocerse la auditoría del sistema financiero realizada por Oliver Wyman y Roland Berger.

"Uno podría imaginarse que las condiciones estarían centradas principalmente en la banca, porque España ya ha acometido las otras reformas", apuntó un funcionario bajo condición de anonimato.

En las últimas jornadas Europa ha asistido a una evolución en las posiciones de Berlín hacia una postura más flexible, después de respaldar la semana pasada la concesión a España de un año extra para reducir el déficit hasta el 3% del PIB, algo que parece confirmar la elaboración de este plan.

De hecho, la propia Merkel ha enviado en los últimos días el mensaje de que está abierta a la posibilidad de una supervisión bancaria a nivel europeo, aunque planteada como una opción a medio plazo, dentro del proyecto de unión bancaria con el que Europa pretende romper el cículo vicioso entre la banca y los emisores soberanos.