El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha culpado este viernes a los "defectos de fabricación" del euro y al conservadurismo del Banco Central Europeo (BCE) frente al activismo de los bancos centrales de Estados Unidos, Japón o Reino Unido de la prolongación de la crisis de la eurozona y sus efectos especialmente negativos en los países del sur como España.

Pese a ello, Zapatero se ha mostrado "optimista" sobre el futuro de la UE, aunque ha apostillado que "nos falta que algunos países del centro de Europa incorporen la idea de la solidaridad sin adjetivos".

"Solidaridad es solidaridad y la solidaridad con condiciones es otra cosa", ha criticado sin nombrar a ningún país. En su opinión, la distinción "entre cumplidores e incumplidores entre ahorradores y gastadores es injusta y genera desafección".

"Cuando ha habido una crisis financiera, la moneda común se ha convertido en una camisa de fuerza para los países que necesitaban endeudarse" para converger como España, Italia, Grecia, Portugal o Irlanda, ha sostenido Zapatero en una mesa de debate sobre el futuro de Europa en la que también participaban los ex primeros ministros de Italia, Mario Monti, y Bélgica, Guy Verhofstadt.

"La constitución del euro y el modelo del BCE diseñado en los Tratados es la explicación de por qué la zona euro, o una parte importante de los países de la zona euro, aún no hemos podido superar la crisis, a diferencia de lo que ha ocurrido en la economía mundial con EEUU, los emergentes o Reino Unido", ha asegurado el ex presidente del Gobierno.

A su juicio, la crisis ha sido "de liquidez" y "la diferencia entre Europa y EEUU, Inglaterra y Japón es que en estos países sus bancos centrales han apostado por una liquidez prácticamente ilimitada y en Europa no, porque tenemos un Banco Central que es el guardián de la inflación".

"Cuando el BCE ha intervenido o ha hablado, los ataques de los mercados se han retirado", ha subrayado Zapatero.

"La crisis del euro es por una respuesta insuficiente, un modelo del euro con defectos de fabricación y un BCE que es mucho más conservador que el de EEUU, Japón e Inglaterra", ha alegado el ex presidente del Gobierno. "No puedo aceptar que no haya una reacción mucho más contundente en apoyo de las políticas sociales. Eso exige compromiso de los Gobiernos pero también del BCE", ha insistido.

En contraste, Monti ha rechazado cambiar los Tratados para ampliar el mandato del BCE. A su juicio, ello supondría una "coartada gigante" para los jefes de Estado y de Gobierno "para esperar crecimiento del BCE y culpar al BCE si el crecimiento no llega". Para resolver los problemas se requieren, según Monti, reformas "reales" tanto a nivel nacional como europeo.

Zapatero ha atribuido el fuerte aumento de la deuda pública en España, que en 2008 estaba cerca del 36% del PIB y rozará el 100% el año que viene, a que "el sector público ha tenido que salir al rescate del sector privado" y por el aumento del gasto público para políticas sociales, pero ha descartado cualquier riesgo de suspensión de pagos incluso si el BCE no interviene.

"España va a aguantar. La austeridad está teniendo efectos muy directos en lo que son pilares de servicios públicos, pero es un país que ha demostrado en muchas ocasiones ya en su historia, siempre que le han dejado vivir en libertad y democracia, saber superar las situaciones", ha dicho el ex presidente.