Standard & Poor's ha elevado hoy de negativa a estable la perspectiva de la deuda de Extremadura, Madrid y Galicia y ha mantenido sin cambios en negativo las de Andalucía, Cataluña y Valencia, una semana después de haber mejorado la perspectiva de la deuda soberana española.

Por lo que respecta a Extremadura, S&P mantiene su calificación en BBB-/A-3 -calidad aceptable con cierta resistencia a entornos adversos-, pero eleva la perspectiva por su convicción de que esta comunidad no se desviará en gran medida de sus objetivos fiscales para el periodo 2013-2015.

La calificación que se aplica a la comunidad gallega, también BBB-/A-3, y el hecho de elevar su perspectiva de estable a negativa, es un reflejo, señala S&P, de la mejora de la perspectiva soberana española que la agencia decidió el pasado 29 de noviembre.

En cuanto a la comunidad de Madrid, que comparte con las anteriores la calificación BBB-/A-3, la agencia estadounidense explica que "no cumple las condiciones para exhibir una nota más alta que la deuda soberana".

La deuda a largo plazo de Andalucía mantiene también la calificación de BBB-, y aunque S&P cree que no se desviará de forma notable de sus objetivos fiscales para el periodo 2013-2015, y seguirá pudiendo financiarse gracias al apoyo del Gobierno central, mantiene aún una elevada deuda pública y graves déficit, lo que limita su solvencia.

S&P mantiene en negativo la perspectiva de Andalucía porque considera que existe un cierto riesgo de que se desvíe de sus objetivos de control del déficit.

Por lo que respecta a Cataluña, S&P mantiene la nota de su deuda a largo plazo en BB -suspenso o bono basura- pese a que reconoce que continúa luchando contra las desviaciones del déficit, del que se ha desviado de forma "moderada", y continúa teniendo acceso a la liquidez que le proporciona el Gobierno central.

No obstante, su solvencia es muy cuestionable por su elevada deuda, sus elevados déficit y su negativa gestión financiera.

La agencia también mantiene en negativa la perspectiva de la deuda catalana porque teme que, en los próximos doce meses, el proceso de consolidación fiscal podría perder impulso y aumentar sus deudas.

Con los mismo argumentos, S&P mantiene en BB la deuda a largo plazo de la Comunidad Valenciana y en negativo su perspectiva.