Sindicatos y medios panameños informaron hoy de la paralización casi total de las obras de ampliación del Canal de Panamá, afectadas por la falta de liquidez del consorcio liderado por las empresas española Sacyr e italiana Impregilo.

Imágenes aéreas de las obras en las vertientes del Atlántico y del Pacífico transmitidas en directo esta mañana por la televisión local mostraban la maquinaria parada, con excepción de alguna pala mecánica, y la casi total ausencia de trabajadores.

Los autobuses que trasladan a los obreros llegaban y salían vacíos de las zonas de trabajo, según se veía en las imágenes difundidas por la cadena panameña TVN.

Esta situación se produce al día siguiente de la fecha dada el pasado 30 de diciembre por el consorcio constructor Grupo Unidos por el Canal (GUPC) para suspender las obras debido a la falta de liquidez por los sobrecostes que aseguraban haber tenido, que cifraban en 1.600 millones de dólares.

Ayer, la constructora española Sacyr dijo que pretendía proseguir las obras pero podía suspenderlas en "cualquier momento", una medida que el Canal rechaza y ha tildado de violación del contrato.

La construcción del tercer juego de esclusas de la vía acuática se ha completado en al menos un 65 %, según datos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).

La ACP informó el domingo de "una disminución del trabajo" en las áreas de la ampliación, que cuatro días antes el administrador del organismo, Jorge Quijano, cifró en un ritmo de al menos un 70 % menor al de noviembre pasado.

Para este martes se espera que la ACP y el GUPC sostengan una reunión con Zurich International, depositaria de un seguro de 600 millones de dólares que respalda el proyecto.

No está claro qué decisión puede salir de esa cita, aunque Quijano ha sostenido que forma parte de la preparación del ente autónomo para enfrentarse a cualquier eventualidad "y retomar las obras lo más pronto" posible.

Olmedo García, director del Instituto de Asuntos del Canal de la estatal Universidad de Panamá, dijo hoy a los medios locales que la ACP debe entregar a la aseguradora Zurich un documento en el que denuncie que el consorcio "ha suspendido técnicamente los trabajos", lo que supondría una "violación del contrato" entre las partes.

Por su parte Abelardo Herrera, dirigente de la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP), dijo hoy a la televisión local que al menos 2.600 trabajadores han sido cesados desde noviembre pasado por el contratista, la mayoría de ellos el mes pasado.

La nómina de trabajadores para la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, que desarrolla GUPC, alcanzaba casi 6.000 personas en 2012, según datos del consorcio.

Herrera consideró un "chantaje" que el contratista paralice las obras en su "pretensión de cobrarle algo al Canal que no está establecido en el contrato", y aseveró que en esta situación "quien queda pagando los platos rotos son los trabajadores".

El líder sindical añadió que "el CGTP exige que se garantice a los trabajadores sus puestos de trabajo" y que la ACP sea garante de ello.

El GUPC obtuvo el contrato para el diseño y construcción del tercer juego de esclusas en el 2009 por su oferta en licitación de 3.118 millones de dólares, por debajo de los 3.481 millones de dólares establecidos por la ACP como precio máximo.

Las nuevas estructuras debían estar listas en octubre de este año pero se retrasarán a junio de 2015, según avisó el contratista el año pasado, y se teme un nuevo aplazamiento de la entrada en operaciones por el actual conflicto.