El Fondo Monetario Internacional (FMI) triplicó este martes las previsiones de crecimiento para la economía española, hasta un 0,6% en 2014, aunque advirtió que la recuperación en el sur de la eurozona aún es "frágil".

En octubre, en su reunión anual, el Fondo había pronosticado una expansión de la economía española para 2014 de un 0,2%.

Para 2015 también elevó los pronósticos incluidos en la actualización del informe de Perspectivas Económicas Globales, divulgada este martes, y fijó el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español en un 0,8%, cuando hace unos meses preveía un 0,5.

El repunte de la economía española se enmarca dentro de la salida de la recesión de la eurozona, que se prevé crezca en 2014 un 1% y un 1,4% en 2015, en ambos casos una décima más que lo anticipado en octubre.

No obstante, el economista jefe del Fondo, Oliver Blanchard, advirtió que el crecimiento en Europa sigue siendo "desigual" y que las condiciones son más "favorables" en el núcleo del euro.

"La deuda pública se encuentra en una senda sostenible y la consolidación fiscal está, de manera adecuada, ralentizándose", indicó Blanchard en una rueda de prensa telefónica sobre las economías del centro de Europa.

Para Alemania, el Fondo revisó ligeramente al alza sus previsiones de crecimiento hasta un 1,6% en 2014 y un 1,4% en 2015, dos y una décima más, respectivamente, que en octubre.

En el caso de Francia, no se modifican los cálculos y se prevé una aceleración económica que vaya del 0,9% este año hasta el 1,5% en 2015.

Por su parte, Blanchard insistió que la recuperación en el sur de Europa sigue siendo "frágil" y calificó el área como una de las regiones más "preocupantes" de la economía global.

De acuerdo a los pronósticos, Italia crecerá un 0,6% este año y un 1,1% el próximo.

Pese al "buen" comportamiento de las exportaciones, agregó el Fondo, la demanda interna y las condiciones financieras mantienen su "debilidad".

Al igual que hiciera la pasada semana la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, el informe del organismo reiteró los crecientes riesgos de deflación para las economías avanzadas, especialmente en la eurozona.

"Aunque nuestros pronósticos base apuntan a una baja pero positiva inflación, el riesgo es que la inflación se transforme en deflación", subrayó Blanchard.

En este sentido, el economista jefe del FMI advirtió que la deflación (una bajada de los precios) significa "más altas tasas de interés reales, mayores cargas de deuda pública privada, así como menor demanda y crecimiento".

Por ello, recomendó que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga y tenga en consideración nuevas medidas de política monetaria expansiva.

Según los últimos datos de la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en diciembre en el 0,8%, una décima por debajo del nivel registrado en el mes anterior y lejos del 2,2% correspondiente a diciembre de 2012.

Asimismo, el FMI recalcó como claves los próximos test de evaluación de la banca europea e instó de nuevo a avanzar en la unión bancaria en la zona euro con un mecanismo único de supervisión y de resolución de entidades bancarias como "esencial para recuperar la confianza".

El organismo internacional presentará su informe completo sobre la situación económica global en su reunión de medio año, que se celebrará en Washington entre el 11 y 13 de abril.