La confianza del consumidor sufrió en julio un ligero retroceso respecto a junio, la primera bajada tras cuatro meses de subidas, debido al empeoramiento de las expectativas sobre la evolución del empleo, la economía y la situación futura de los hogares.

Según ha publicado hoy el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el Índice de El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se situó en 88,9 puntos, 0,4 puntos por debajo de junio, pero 25,6 puntos más que un año antes.

El indicador general sigue estando por debajo de los 100 puntos que marcan el límite entre una percepción favorable y optimista, y una negativa y pesimista.

Aunque el índice de situación actual ha aumentado 2,6 puntos hasta situarse en 77 puntos, el índice de expectativas retrocede 3,4 y se coloca en 100,8 puntos.

Si bien sigue superando la barrera de los 100 puntos, la evolución de los tres componentes de este indicador de expectativas es negativa, con un retroceso de 3,1 puntos en la visión sobre la evolución de la economía, de 5 en la del empleo y de 2,1 respecto a la situación futura de los hogares.

En cuanto al índice de valoración de la situación actual se sitúa en julio en 77 puntos, un aumento de 2,6 puntos en relación a junio.

Dicha evolución es el resultado de una mejor valoración de la evolución general de la economía (2,1 puntos) y especialmente de las posibilidades del mercado de trabajo (5,1 puntos), mientras que la situación de los hogares vuelve a presentar un avance mucho más modesto (0,7 puntos).

En relación al mismo mes del pasado año el avance sigue siendo muy significativo; el incremento del ICC alcanza los 25,6 puntos, con ganancias muy similares en términos absolutos para la valoración de la situación actual (29,6) y las expectativas (21,6).

Sin embargo, en términos porcentuales, al igual que viene ocurriendo en los últimos meses, el perfil de la evolución registrada es menos homogéneo: el ICC aumenta un 28,8 % como resultado de un crecimiento del 38,4 % en la valoración de la situación actual y del 21,4 % en las expectativas.

Por su parte, la evolución de las expectativas en relación a los precios, tipos de interés, las posibilidades de ahorro de los hogares y la compra de bienes duraderos muestra un desarrollo coincidente con la evolución de los datos de este mes.

En este mes de julio se observa un pequeño descenso de las expectativas de ahorro y consumo de bienes duraderos, mientras que parece repuntar una cierta desconfianza en la estabilidad de los tipos de interés y se mantienen sin variación los temores a un repunte de los precios en el futuro.