El Banco de España ha elegido hoy a tres nuevos administradores provisionales para que se hagan cargo del Banco Madrid tras la dimisión en bloque de su consejo, al tiempo que el Sepblac, la unidad de inteligencia financiera española, ha intensificado sus trabajos para detectar posibles fraudes.

El Banco Madrid, filial en España del andorrano BPA, acusado por Estados Unidos de blanqueo de capitales para el crimen organizado, sigue sin presentar problemas de solvencia pero era necesario elegir a unos nuevos gestores, tras la estampida de su antiguo consejo.

Hasta ayer, el presidente del Banco Madrid era José Pérez, el consejero delegado era Joan Pau Miquel Prats y el resto del consejo lo integraban Ricard Climent, Rodrigo Achirica y Soledad Núñez, además de los hermanos Higini y Ramón Cierco, dueños de BPA.

Todos ellos anunciaron su dimisión en bloque anoche, apenas 24 horas después de la intervención de Banco Madrid por el Banco de España, conscientes de que sus capacidades estaban mermadas con la llegada de los inspectores Alejandro Gobernado y José Luis Gracia.

Además, aseguraban que tomaban esta decisión para facilitar las investigaciones y pedían al Banco de España que eligiera a unos nuevos administradores.

El organismo que dirige Luis María Linde no tardó en encargar a José Antonio Portugal, José Borrúe y Antonio R. Lucio-Villegas, tres hombres con amplia experiencia financiera, que se hicieran cargo de la entidad especializada en banca privada.

Al mismo tiempo, el secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, mostraba su confianza en que el Servicio Ejecutivo de la comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales, conocido por sus siglas Sepblac, sería capaz de actuar "de forma rápida" con Banco Madrid.

Tal es así, que esta unidad de inteligencia, órgano independiente adscrito al Banco de España, presidido por Fernández de Mesa, y cuyo fin es prevenir e impedir de la utilización del sistema financiero para el blanqueo de capitales, se reunió hoy de manera inmediata.

Se sentaban así las bases para iniciar una investigación que tratará de detectar las irregularidades que se hayan podido cometerpor parte de directivos de Banco Madrid para colaborar con el lavado de dinero de organizaciones criminales.

La solvencia y liquidez, problemas que no tiene Banco de Madrid, dependen del Banco de España, institución que conoce perfectamente el estado de esta entidad, sin embargo, corresponde al Sepblac detectar posibles operaciones de blanqueo de capitales.

El Sepblac, que se creó en 1993, está compuesto por unas 25 personas, inspectores del Banco de España, de Hacienda y de Aduanas; y además, tiene adscritas dos unidades policiales: la Brigada de Investigación de Delitos Monetarios, perteneciente a la Policía, y la Unidad de Investigación de la Guardia Civil.

Todos ellos serán los encargados, junto al nuevo equipo gestor designado por el Banco de España, de determinar si Banco Madrid, conocida por ser la entidad en la que la familia del expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol escondió parte de su fortuna, sirvió también para que supuestamente BPA blanquear capitales.

Estados Unidos acusó al grupo andorrano, propietario al 100 % de Banco Madrid, de servir para lavar dinero de clientes como el Cártel de Sinaloa, organización criminal mexicana dedicada al narcotráfico; Gao Ping, el supuesto cabecilla de la trama china desmantelada en la operación Emperador; Andrei Petrov, presunto miembro destacado de la mafia rusa y la petrolera estatal venezolana PDVSA.

Estas duras acusaciones, que provocaron la intervención de BPA, de Banco Madrid y hoy también de la filial del grupo en Panamá, ha llevado a Andorra a cesar al consejo de administración de la matriz y a apartar ya a algunos directivos.

De hecho, sobre ellos estará puesto previsiblemente el foco de las investigaciones del Sepblac, según fuentes próximas al proceso consultadas por Efe, porque son los que podrían haber jugado un papel clave en el lavado de dinero.