Grecia amaneció este lunes con los bancos cerrados tras la imposición de un 'corralito', que limita a 60 euros las retiradas en efectivo de los cajeros automáticos y contiene medidas de control de capitales que superan con creces las vividas hace dos años en Chipre.

La situación en Grecia está haciendo revivar los peores terrores y escenas de pánico. Estamos viviendo una época compleja en cuanto a la seguridad de nuestros ahorros, con multitudes de rumores de rotura del euro, de corralitos, de quiebras de Estados, y esto nos afecta de manera personal porque parece que siempre está España en el punto de mira.

Basta echar un vistazo a foros, redes sociales, como la comunidad de usuarios y expertos de iAhorro, para ver la preocupación de los ciudadanos, que se preguntan ¿puede pasar lo mismo en España? Evidentemente nadie puede contestar con certeza a esta pregunta (que los políticos nieguen este hecho no genera confianza), pero sinceramente creo que no, y por un motivo básico: en España ya ha pasado.

Está claro que la anterior afirmación tiene unos matices, en primer lugar, no ha habido "corralito", y aquí no han sufrido ni los depósitos en bancos ni los bonos senior; pero tal vez ha sido peor: se han perjudicado a productos de deuda híbrida (subordinadas y preferentes) comercializados de tal manera que (en la mayoría de los casos) los ahorradores pensaban que tenían o bien depósitos o bonos senior, así que el efecto es más perjudicial si cabe, ya que no se ha establecido una barrera protectora a cantidades inferiores a 100.000€; por no decir las subidas impositivas que han ido imponiendo los gobiernos que han provocado pérdidas elevadas de nuestro poder adquisitivo.

Algo que todavía puede preocupar, es pensar que España (en realidad nuestros bancos) necesite rescates adicionales, pues bien, de momento puede haber tranquilidad en este sentido, ya que el MEDE aprobó en su día una línea de crédito de 100.000 millones de euros; de los que "solo" hemos utilizado algo menos de la mitad, por lo tanto el margen todavía es amplío.

Ahora bien, puede haber gente que a pesar de estas explicaciones siga con intranquilidad y quiera saber dónde puede guardar su dinero, incluso seguro que los hay que lo quieran esconder en el colchón.

Lo primero que les diría, es que no tomen decisiones precipitadas en base al miedo, guardar dinero en casa, además de generar una pérdida de valor, debido a la inflación (que cada vez será mayor), tiene riesgos, ya que se puede pudrir, quemar, mojar, se lo puede comer algún insecto o roedor, incluso nos lo pueden robar? habrá quien diga que lo cubrirá el seguro, pero ¿no estamos dudando de nuestro sistema financiero? y los hay que piensen que es muy poco probable ¿lo es más una quiebra de todo el sistema financiero mundial?.

Otra posibilidad que ve mucha gente es traspasar sus ahorros a bancos extranjeros; algo que supone unos gastos bancarios y unas cargas administrativas con nuestra hacienda que se pueden evitar.

Incluso los hay que no se fían de ningún país de la zona euro, y quieran cambiar su dinero por otras monedas como el dólar americano o el franco suizo, algo que tiene un alto riesgo ya que estas monedas se pueden depreciar lo que supondría pérdida de valor de nuestro dinero.

Sin embargo hay una serie de alternativas simples que esquivarían improbables quitas a productos solventes, y que nos puede generar ganancias en el caso que no se produzcan, y éstas serían cualquier instrumento de inversión que no esté en el balance de los bancos:

Deuda Pública:

El único país que ha sufrido quitas en este producto ha sido Grecia, con datos macroeconómicos muy diferentes a los de España, además estas quitas han sido inferiores a las se dieron en Chipre.

Deuda Corporativa:

Al hablar de este producto, siempre me refiero a bonos senior, es decir descarto preferentes, subordinadas y convertibles. Ya vimos que en Chipre este producto sufrió quitas, pero solo los que estaban emitidos por sus bancos nacionalizados; no olvidemos que desde nuestro bróker habitual podemos acceder a cualquier emisión de empresas no relacionados con la banca y con niveles de solvencia elevados.

Acciones:

Invertir en bolsa tiene un riesgo; y para eso hay que tener ciertos conocimientos. Desde luego, las acciones que no tengan ninguna relación con la banca "rescatada" tiene más posibilidades de revalorización, además siempre está fuera del balance del banco/sociedad con la que invirtamos.

En resumen, cualquier inversión que se haga, se debe hacer desde un análisis frío, profesional e independiente, ya que actuando en base a un pánico (a veces provocado) nos puede generar pérdidas importantes en nuestros ahorros.