El Banco de España prevé que el déficit público se sitúe en el 4,4% del PIB en 2016, hasta 1,6 puntos porcentuales por encima del objetivo comprometido para este año, del 2,8%. Esta cifra supondría un ajuste de 8 décimas respecto al cierre de 2015 (5,16%), esto es unos 8.000 millones de euros, si bien dejaría sin cumplir un ajuste adicional de otros 16.000 millones, el doble.

Además, la institución gobernada por Luis María Linde espera que el saldo negativo de las cuentas públicas se mantenga en el 3,4% del PIB en 2017, frente al 1,7% previsto para ese año.

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, sostiene que la desviación del déficit en 2015 no tiene a priori un impacto sobre la economía, del mismo modo que las cifras previstas por la institución "son compatibles con un crecimiento de la economía del 2,7% en 2016".

No obstante, la institución avisa de que en la medida en que habrá que corregir estas desviaciones en los próximos años aplicando medidas de consolidación fiscal, éstas "podrían tener efectos negativos en el corto plazo, aunque sean necesarias".

A la hora de explicar las desviaciones previstas para 2016 y 2017, Hernández de Cos ha indicado que el déficit público parte este año de una "desviación significativa" en 2015, que "tiene efectos que se trasladan a los años siguientes".