El fenómeno Pokémon Go ha supuesto una bocanada de aire fresco para la compañía de videojuegos japonesa Nintendo, que va camino de duplicar su valor en Bolsa tras comprobar que los "smartphones" parecen ser la solución a su maltrecha situación económica.

En apenas una semana, el juego para teléfonos inteligentes basado en la prolífica franquicia distribuida por Nintendo ha registrado cifras récord en los cuatro países en lo que ya está disponible, incluido EEUU y ha reportado jugosas ganancias al otro lado del mundo para la compañía nipona.

Las acciones de la empresa con sede en Kioto, en el oeste de Japón, han acumulado una subida del 68,13 por ciento en la última semana, impulsada por la fiebre de los Pokémon, las criaturas que dan nombre a la marca.

Esta situación contrasta con el pobre desempeño de Nintendo en los últimos meses, motivado, en gran medida, por su decepcionante debut en el sector de los "smartphones" con "Miitomo", en marzo.

Cuando Nintendo anunció a principios de 2015 su alianza con la compañía tecnológica DeNA para desarrollar juegos para móviles, la industria de los videojuegos entró en parada cardíaca, sobre todo porque pocos meses antes Shigeru Miyamoto, histórico de la compañía, aseguraba que Nintendo descartaba invertir en ello a corto plazo.

Sin embargo, "Miitomo" no resultó ser la panacea que buscaban; la expectación por los títulos aún en desarrollo disminuyó y con ella el interés de invertir en una compañía que no parecía cuajar en el sector.

Entonces llegó Pokémon Go. Desde su lanzamiento, el 6 de julio, ha logrado convertirse en el mayor videojuego para móviles en la historia de EEUU, con unos 21 millones de usuarios activos diarios, y enganchar a los usuarios más tiempo que la red social Facebook.

Las cifras son especialmente llamativas porque el juego, desarrollado por Niantic Inc. y distribuido por Nintendo, sólo está disponible en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Alemania, por lo que las cifras globales podrían llegar a ser desorbitantes.

Nintendo, todavía bajo la tutela de Satoru Iwata (fallecido en julio de 2015), decidió apostar por este sector emergente tras años de reticencia para diversificar sus negocios y reflotar las cuentas de la compañía, tambaleantes en los últimos años.

Si bien es cierto que la empresa del icónico Mario obtuvo un beneficio neto de 16.505 millones de yenes (140 millones de euros/156 millones de dólares) en 2015, la cifra es un 60,6 por ciento menor a la registrada un año antes.

Uno de los motivos de esta disminución ha sido la caída de las ventas de la familia de dispositivos portátiles 3DS y los títulos para la misma (de en torno al 25 por ciento), así como la falta de consolidación en el mercado de su consola doméstica Wii U, ante la pujanza de la Playstation 4 de Sony y de la Xbox One de Microsoft.

La Wii U, en el mercado desde 2012, nunca ha llegado a equipararse a su predecesora, la Wii, uno de los mayores éxitos comerciales en la historia de la compañía y de los videojuegos, comercializada hace ya diez años.

Ante esta situación, Nintendo ha decidido centrarse en el desarrollo de su nueva plataforma, la misteriosa "NX", y apoyarse en el sector de los juegos para telefonía inteligente.

En este sentido, el éxito de Pokémon Go ha alimentado las expectativas de que Nintendo, que se ha resistido a incluir a sus icónicos personajes en juegos para estos dispositivos, lance próximamente nuevos títulos protagonizados por conocidos personajes de sus franquicias, como Mario o Link.