Los países de la Unión Europea (UE) lograron hoy cerrar un acuerdo sobre el reparto de las capturas en el Atlántico en 2017, que modera los drásticos recortes propuestos por Bruselas para asegurar la sostenibilidad de las pesquerías.

Tras una reunión que comenzó el lunes por la mañana y finalizó en la madrugada del miércoles, el Consejo de Ministros de Pesca dio el visto bueno a una propuesta que aminora las bajadas para la merluza sur y el jurel, tal como pedía España.

Además, logra mejoras en especies para las que Bruselas ya proponía aumentos, como la merluza norte, el rape sur y la cigala.

El acuerdo llegó tras largas reuniones y conllevó concesiones negociadas "in extremis" en el último instante.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, se declaró satisfecha en rueda de prensa al término de la reunión con el resultado logrado y subrayó que los pescadores españoles obtendrán 41.000 toneladas adicionales de pesca el próximo año, lo que equivale a 44 millones de euros en términos económicos.

Tejerina valoró la política española "basada en el mejor asesoramiento científico, en un control riguroso y en la defensa de un aprovechamiento sostenible de los recursos".

Por su parte, el comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, opinó que hoy "se ha dado otro paso importante hacia unas pesquerías sostenibles" y subrayó que el esfuerzo de la CE hacia unas reservas sostenibles está empezando a dar sus frutos.

"Las pruebas demuestran que unas políticas efectivas de conservación y el beneficio económico van unidos", dijo el comisario, que añadió que la flota europea ha mejorado considerablemente su resultado económico en los últimos tres años.

En las negociaciones en el Consejo, España logró reducir del 36 % al 1,4 % el recorte para la merluza sur, situando el TAC en las 6.731 toneladas, mientras que en el caso del jurel del oeste la bajada se suavizó del 45 % al 23 % en la zona VIIIc, lo que fija las capturas en las 11.890 toneladas.

El boquerón del Golfo de Cádiz pasó del mantenimiento de la cuota propuesto por Bruselas a una subida del 17 %, situándose en las 5.900 toneladas, con el compromiso de la Comisión Europea de revisar esa situación a la luz de los últimos datos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés).

Por otra parte, se lograron aumentos en las reservas que se capturan en aguas comunitarias (Gran Sol), de manera que las posibilidades de pesca para la merluza norte aumentarán un 10 %, hasta alcanzar las 33.781 toneladas, un máximo histórico.

Para el rape del norte, que partía de una propuesta muy drástica, finalmente se logró mantener la misma cuota que en 2016.

Respecto a los stocks del sur, España logró una subida del 54 % en la cuota para el rape y suavizó del 25 % al 15 % la bajada inicialmente propuesta para el gallo.

Por otra parte, se lograron aumentos de las cuotas para la raya ibérica (del 5 % a 10%) y del 5 % en las zonas VI y VII y se mantuvieron las posibilidades de pesca para el abadejo y el merlán del Golfo de Vizcaya, frente a las posibilidades de reducción de hasta un 20 %. En el caso de la anchoa del Cantábrico, se mantuvieron las posibilidades de pesca para 2017.

La organización ecologista Oceana criticó, por su parte, el resultado del Consejo de Pesca, al considerar que "seguirá permitiendo la sobrepesca en el Atlántico Nordeste".

"Los ministros han aprobado límites de capturas para 2017 que una vez más superan las recomendaciones científicas, sin considerar que en Europa el 64 % de las poblaciones de peces sufre sobrepesca y el 85 % se halla en estado no saludable", denunció la ONG en un comunicado.