La Comisión Europea (CE) presentó este miércoles un documento de reflexión sobre cómo profundizar en la Unión Económica y Monetaria (UEM) con vistas al futuro, en el que propone crear un presupuesto y un Tesoro para la eurozona, así como valores respaldados por deuda soberana similares a los eurobonos.

El texto, con 30 páginas y 9 de anexos, hace un diagnóstico de la situación de la UEM tras la crisis financiera y plantea una hoja de ruta para desarrollarla en dos fases, con un primer conjunto de propuestas de aquí a 2019, cuando se celebrarán las próximas elecciones europeas, y un segundo de 2019 a 2025.

"El euro fue concebido como una promesa de prosperidad. Para mantener esta promesa para las futuras generaciones, necesitamos el valor político de trabajar para reforzar y completar la Unión Económica y Monetaria ahora", ha dicho el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis.

Para ello, el Ejecutivo propone dar pasos adelante en tres frentes que llevan años abiertos: completar la unión financiera, incluida la creación de una auténtica unión de capitales; mejorar la integración de la unión económica y de la unión fiscal y reforzar sus instituciones y funcionamiento democrático.

En el capítulo financiero, la propuesta más novedosa de la CE es la de desarrollar valores respaldados por deuda soberana -paquetes de deuda de los países que se pondrían en el mercado-, pero sin la mutualización de deuda prevista en los llamados eurobonos, a la que se opone Alemania.

Este sistema podría llevar, a partir de 2019, a la creación de un "activo seguro" común de la eurozona, que sería comparable en el mercado a los bonos del Tesoro de Estado Unidos.

La emisión común de deuda "reforzaría la integración y estabilidad financiera" y atajaría el problema del vínculo entre el sector bancario y la deuda soberana, argumenta la CE, que reconoce sin embargo que la cuestión de la mutualización genera "debate".

Algunos países, en particular Alemania, creen que la mutualización supondría respaldar a países más débiles o en dificultades, como los de la periferia, con la fortaleza de su deuda soberana y que esto acabaría con los incentivos para adoptar políticas económicas sólidas.

Estos activos podrían ser emitidos por el futuro Tesoro Europeo que también plantea Bruselas, una entidad que reagruparía las competencias de supervisión económica y fiscal de la eurozona, ahora en manos de la Comisión.

Además, estaría a cargo de la llamada "función de estabilización macroeconómica", un mecanismo que permitiría asistir financieramente a los países más afectados por las crisis.

Presupuesto común

Por otra parte, la CE plantea la creación en el largo plazo de un presupuesto propio para la eurozona, que podría garantizar "tanto la convergencia como la estabilización", pero necesitaría "una fuente estable de ingresos".

En materia de gobernanza, Bruselas propone hacer permanente el cargo de presidente del Eurogrupo -el consejo de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona- y fusionarlo en una etapa posterior con las funciones del comisario europeo a cargo de la Unión Económica y Monetaria, lo que le convertiría en una suerte de ministro de Finanzas de la zona del euro.

Bruselas insiste, además, en la necesidad de completar los proyectos que ya están en marcha, en particular, la constitución de un sistema europeo de garantía de depósitos (EDIS) y del mecanismo común de protección presupuestaria para el Fondo Único de Resolución.