El pleno del Congreso ha aprobado hoy los nuevos objetivos de déficit y deuda para el trienio 2018-2020, que dan más margen a las comunidades autónomas, y que acompañan al techo de gasto de 2018, gracias a 175 apoyos y a la abstención de Nueva Canarias.

El Gobierno ha conseguido los votos de 175 diputados (PP, Ciudadanos, PNV, UPN, Foro Asturias, Coalición Canaria) que junto a la abstención del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, ha superado los 173 en contra del PSOE, Unidos Podemos, ERC, Compromís, PDeCAT y EH Bildu.

"Estamos ante la mejor oportunidad de crecimiento económico de la historia", ha reiterado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al presentar el límite de gasto no financiero de 2018 que asciende a 119.834 millones de euros y ayudará a que pueda bajarse el IRPF a las rentas más bajas y subir el salario de los funcionarios.

Por otra parte, el objetivo de déficit de las autonomías ha subido hasta el 0,4 % del PIB en 2018 y al 0,1 % en 2019, aunque las metas de déficit del conjunto de las administraciones públicas se mantienen en el 2,2 % del PIB para 2018, en el 1,3 % para 2019 y en el 0,5 % para 2020. La deuda pública se ha establecido el próximo año en el 97,6 %, y en el 95,4 % y el 92,5 % para 2019 y 2020, respectivamente.

Montoro ha valorado los apoyos recibidos porque dan estabilidad a la política económica y a España y ha expresado su confianza en que el PSOE se sume a estas formaciones durante la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado de 2018, que empezará a la vuelta del verano.

Los partidos que han votado en contra han criticado que la rebaja fiscal anunciada para 2018 no se haya traducido en una reforma profunda de la fiscalidad y han lamentado que el Gobierno imponga un mayor ajuste a las comunidades autónomas a la hora de repartir los objetivos de déficit. El techo de gasto de 2018 y la nueva senda de consolidación fiscal será validada mañana en el pleno del Senado con la mayoría que tiene el PP en la cámara alta.

Montoro ha defendido un techo de gasto que ayudará a mejorar los salarios de los funcionarios en 2018 y contemplará una rebaja del IRPF para las rentas más bajas así como deducciones para las familias con cargas, o para las personas con discapacidad.

Montoro ha pedido responsabilidad a los partidos políticos que no apoyan este nuevo plan y ha lamentado que se queden "al margen de lo que lo que está siendo el final del túnel de la crisis" y por lo tanto, den la espalda a la recuperación económica.

De hecho ha criticado que el PSOE vote en contra de unos objetivos de déficit para las comunidades autónomas que son mejores que los que sí apoyó en diciembre con el techo de gasto de 2017, ya que suponen una décima al alza en las metas que deben cumplir y les proporciona 1.000 millones más de gasto social.

"Los que se quieran quedar al margen que ofrezcan argumentos con contenidos", les ha dicho, al tiempo que ha lamentado que Unidos Podemos sea "la izquierda contumaz" que "ve regresiva una bajada de impuestos".

El ministro ha señalado que la rebaja del IRPF es "una buena forma de empezar a bajar impuestos en esta legislatura" y ha pedido a los socialistas hacer política "por el bien de los españoles".