La economía española creció el 0,8 % en el tercer trimestre del año respecto a los tres meses anteriores, una décima por debajo del incremento registrado entre abril y junio, según el dato adelantado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De confirmarse el próximo 30 de noviembre, esta tasa coincidiría con la avanzada por el Banco de España el pasado 28 de septiembre.

La variación anual del PIB entre julio y septiembre fue del 3,1 %, igual a la contabilizada en el trimestre anterior.

De confirmarse el próximo 30 de noviembre, la tasa trimestral coincidiría con la avanzada por el Banco de España el pasado 28 de septiembre.

Para el supervisor bancario, el menor ritmo de creación de empleo y de flujos comerciales, tras el favorable comportamiento de la primavera, han sido los responsables de la "leve ralentización" del dato trimestral.

Asimismo, el Banco de España consideró que el crecimiento económico ha continuado sustentado en la demanda nacional, mientras que el sector exterior (con indicadores aún incompletos) ha contribuido positivamente, aunque menos que en el segundo trimestre.

La inflación, por su parte, ha mantenido un crecimiento estable, porque la desaceleración del alza de los precios de los alimentos no elaborados, de los bienes industriales no energéticos y de los servicios se vio más que compensada por la aceleración de los precios energéticos y de los alimentos elaborados.

De este modo, el Banco de España espera una desaceleración de los ritmos de consumo por la evolución de la energía, aunque el IPC medio será del 1,9 % en 2017, una décima por debajo de su anterior previsión.

El crecimiento del PIB seguirá siendo muy intensivo en el factor trabajo con un moderado ritmo de avance de los costes laborales unitarios, aunque se ralentizará el avance del empleo, con un alza del 2,7 % para el conjunto del año.

Así, el Banco de España prevé que la tasa de paro se sitúe en el 16,3 % a cierre de 2017.