El salario bruto anual se situó en 22.806,9 euros en 2017, cifra un 0,1% superior a la de 2016, según la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este aumento del salario bruto contrasta con el descenso del 0,3% que experimentó en 2016.

El coste neto que tuvieron que pagar las empresas por cada trabajador ascendió a 30.535,9 euros en 2017, un 0,1% más que en el año precedente.

Si se tienen en cuenta las subvenciones y deducciones públicas, que ascendieron a 208,8 euros, el coste bruto por trabajador alcanzó los 30.744,7 euros el año pasado, con un avance anual también del 0,1% respecto al ejercicio 2016.

El 74,2% del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social, que ascendieron a 7.115,8 euros por trabajador, representaron el 23,2% del total. De este modo, salarios y cotizaciones supusieron el 97,3% del coste bruto.

Además de estas partidas, 299,1 euros anuales se destinaron a beneficios sociales por trabajador (cotizaciones voluntarias a seguros y planes de pensiones, prestaciones complementarias a la Seguridad Social, etc.); 237,07 euros a otros gastos derivados del trabajo (indemnizaciones por fin de contrato, ropa de trabajo, transporte, etc.); 195,8 euros a indemnizaciones por despido, y 89,84 euros a formación profesional.

De acuerdo con los datos del INE, el sueldo bruto anual de los trabajadores de grandes empresas (200 o más empleados) fue un 52,8% superior al de las empresas más pequeñas (menos de 50 trabajadores), con 28.284 euros en el caso de las primeras, frente a 18.513 euros anuales en el de las segundas. Las medianas empresas (de 50 a 199 trabajadores) pagaron a sus trabajadores una media de 24.437,5 euros en 2017.

De todos los centros de trabajo consultados por el INE para la realización de esta encuesta, el 94,2% de ellos, representativos del 88,6% de los trabajadores, regulaban en 2017 sus condiciones laborales mediante convenio colectivo, la mayoría (el 65,9%) de ámbito inferior al estatal (sectorial, autonómico, provincial, etc.).

El 1,8% de los centros de trabajo con convenio, representativos del 3,1% de los trabajadores, vieron modificadas sus condiciones de trabajo durante el año pasado. El porcentaje de centros que modificaron las condiciones de trabajo se mantuvo respecto a 2016, mientras que el de trabajadores afectados bajó un punto, desde el 4,1% de 2016 al 3,1% en 2017.

Según Estadística, el coste laboral neto más alto se registró en 2017 en los centros regulados mediante otra forma distinta al del convenio colectivo (36.865,7 anuales), seguido de los centros con convenio de empresa (36.061,3 euros anuales); los que tienen convenios estatales (30.585 euros), y de los que cuentan con un convenio de ámbito inferior al estatal (25.564,6 euros).

Industria, el sector con mejor salario

Por sectores, la industria registró el mayor coste neto por trabajador en 2017, con 36.919,6 euros, lo que supone un aumento interanual del 0,5%. Los costes no salariales de la industria subieron el año pasado un 0,3%, mientras que los salarios aumentaron un 0,5%, hasta los 27.358,3 euros.

El sector de la construcción experimentó un retroceso del coste neto del 0,6% debido a la caída en un 0,3% de los costes no salariales y del retroceso en un 0,7% del sueldo pagado por este sector, que se situó en 22.108,08 euros anuales.

Por su parte, el sector servicios experimentó un incremento del coste neto por profesional del 0,1%. Ello se explica por el ascenso de los salarios del sector en un 0,1%, hasta los 22.018,1 euros, y por el repunte de los costes no salariales en un 0,2%.

El organismo estadístico observa diferencias "notables" en los costes laborales por trabajador de las distintas actividades, con registros que oscilan entre los 18.845,6 euros anuales brutos de los trabajadores de la hostelería, hasta los más de 74.275 euros por trabajador en las secciones de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.

De hecho, las actividades de energía, pero también las de finanzas, destacaron por ser las que mayores sueldos y salarios pagaron a sus trabajadores y las que asumieron un mayor coste en beneficios sociales para sus empleados.

Las industrias extractivas y las actividades financieras, por su parte, presentaron los mayores gastos derivados del trabajo y también en indemnizaciones por despido. Por contra, la Administración Pública y las actividades sanitarias tuvieron unos gastos en concepto de despidos "muy inferiores" a la media.

El suministro de energía eléctrica y las actividades financieras son las actividades que más invierten en formación, mientras que hostelería y actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento son las que menos gastan en esta materia.

Por comunidades autónomas, el mayor coste neto por trabajador siguió registrándose en Madrid (36.136,4 euros) y País Vasco (35.551,2 euros), seguidas de Navarra (32.973,6 euros), Cataluña (32.193,6 euros) y Asturias (31.132,3 euros), todas ellas por encima del promedio nacional.

Ya por debajo de la media (30.535,9 euros) se situaron Cantabria (29.218,6 euros), Baleares (29.125,7 euros), Aragón (29.089,1 euros) y La Rioja (28.255,3 euros).

Cierran la lista Comunidad Valenciana (27.539,6 euros), Castilla y León (27.45028 euros), Castilla-La Mancha (27.413,3 euros), Galicia (27.388,1 euros), Andalucía (27.374,2 euros), Murcia (27.108,9 euros), Canarias (25.987,1 euros) y Extremadura (24.745,5 euros).

Según el INE, las mayores indemnizaciones por despido se dieron en Madrid y Cantabria, mientras que los gastos más elevados en beneficios sociales correspondieron a Navarra y País Vasco.

El coste laboral neto subió en 2017 en once comunidades, especialmente en Navarra (+3,6%) y Baleares (+2,2%), y bajó en seis, principalmente en Murcia (-1,9%), Castilla y León (-1,4%) y Extremadura (-1,1%).