Decenas de agentes registran hoy las sedes del fabricante automovilístico Opel en las ciudades alemanas de Rüsselheim y Kaiserslautern ante las sospechas de manipulación de los valores de emisiones de gases contaminantes en vehículos diésel Euro 6.

Según el diario alemán Bild, los registros que llevan a cabo la Oficina de Investigación Criminal (LKA) del estado federado de Hesse, la Fiscalía de Fráncfort y la policía responde a una denuncia interpuesta por la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA).

"Estamos investigando ante la sospecha de fraude por la puesta en circulación de vehículos diésel por manipulación del software que mide las emisiones contaminantes", precisó la Fiscal General, Nadja Niesen, al periódico.

El diario informa de 95.000 vehículos afectados, en concreto los modelos Insignia, Zafira y Cascada, fabricados en 2012, 2014 y 2017.