Inditex -dueño de cadenas como Zara o Bershka- ganó en su primer trimestre fiscal (febrero a abril) 734 millones de euros, el 9,8 % más que un año antes, mientras que sus ventas avanzaron el 4,8 % y sumaron 5.927 millones, según el grupo, cuyas cuentas se vieron afectadas por la nueva contabilidad de alquileres.

Para el presidente de Inditex, Pablo Isla, estas cifras récord muestran la solidez del modelo de negocio de la compañía, "que sigue creciendo en rentabilidad y en generación de flujo de caja tras apostar decididamente por una oferta de moda de calidad a favor del cliente" y tras hacer de la transformación digital y la sostenibilidad sus ejes estratégicos.

En las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Inditex ha explicado que la venta en la segunda mitad del trimestre se vio afectada por condiciones meteorológicas adversas y que con la vuelta de condiciones de mercado normales ha retornado a los niveles previos.

Así, como avance del segundo trimestre, la compañía ha destacado que la venta en tienda y a tipos de cambio constantes ha crecido el 9,5 % entre el 1 de mayo y el 7 de junio, y el 6,5 % entre el 1 de febrero y el 7 de junio.

Además, prevé que para el ejercicio de 2019 sus ventas crezcan entre el 4 y el 6 % en términos comparables, es decir, a misma superficie comercial (descontadas aperturas y cierres).

De vuelta a las cuentas del primer trimestre, las ventas crecieron en todas las áreas geográficas en las que opera y en todas las cadenas y el resultado bruto de explotación (ebitda) se disparó cerca del 50 %, hasta 1.675 millones de euros, por cambios en la normativa sobre contabilidad de alquileres.

Excluyendo el impacto de la aplicación de la nueva Norma Internacional de Información Financiera (NIIF 16) el crecimiento del ebitda sería del 9 % y el del beneficio neto del 7 %, según la compañía.