El índice de precios de consumo (IPC) subió en mayo el 0,8 % interanual, lo que supone un desplome de siete décimas respecto a abril, debido al abaratamiento de la electricidad y al menor encarecimiento de los carburantes.

Según ha confirmado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE), la menor inflación de mayo supone una moderación respecto al alza interanual del 1,5 % de abril que había sido empujada por los precios de la Semana Santa.

En mayo, por el contrario, el abaratamiento de los paquetes turísticos tiraron también a la baja de los precios del ocio y la cultura hasta marcar una caída del 1,2 %.

Pero lo que más influyó en la moderación de mayo fueron los precios de la vivienda, que cayeron el 0,3 %, frente al alza del 1,7 % de abril, por el abaratamiento de la electricidad que un año antes se encarecía.

Además, los precios del transporte crecieron casi un punto menos que en abril, el 1,8 %, por el menor encarecimiento de los carburantes y lubricantes y, en menor medida, por el abaratamiento del transporte aéreo.

Los alimentos y bebidas no alcohólicas también contribuyeron a la moderación de la inflación en mayo, con una subida del 0,5 %, tres décimas menos, debido a la menor subida de los precios de las frutas y pese al incremento de los de las legumbres y hortalizas frente a la estabilidad del año pasado.

Los precios del pescado y marisco y de la carne tiraron para arriba de los precios en mayo, frente a las bajadas o estabilidad del año anterior.

La inflación subyacente, una vez eliminados los elementos más volátiles de la cesta de la compra (energía y alimentos frescos), se situó en el 0,7 % (lo que supuso un descenso de dos décimas), de forma que se situó una décima por debajo del IPC general.

Sólo en el mes de mayo, el IPC aumentó el 0,2 %, ocho décimas menos que en abril (1 %) y siete menos que en mayo de 2018 (0,9 %).

En mayo, tiraron de los precios el vestido y el calzado, por la campaña de primavera-verano; los alimentos y bebidas no alcohólicas, por las frutas, carne, pescado y marisco y pese al descenso de legumbres y hortalizas; y el transporte, por los carburantes y pese al transporte aéreo de viajeros.

Por su parte, contuvieron la inflación el ocio y la cultura, por la caída de los paquetes turísticos; y la vivienda, por la caída de la electricidad.