El Grupo CaixaBank, presidido por Jordi Gual y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar, obtuvo en 2019 un beneficio atribuido de 1.705 millones de euros en 2019, un 14,1% menos que el año anterior, por el coste del ERE pactado con los sindicatos, que afectó a unos 2.000 empleados y supuso un gasto bruto de 978 millones de euros para la entidad.

Sin tener en cuenta el impacto del acuerdo laboral, que se cerró en el segundo trimestre y que en términos netos fue de 685 millones, CaixaBank habría ganado 2.390 millones de euros, un 20,4 % más, según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El negocio de banca y seguros aportó la mayor parte del beneficio de CaixaBank, con 1.060 millones, mientras que el banco portugués BPI contribuyó con 332 millones y las participaciones, con otros 313.

Los ingresos 'core', aquellos recurrentes derivados de su actividad principal, aumentaron un 1,2 % en 2019, hasta 8.316 millones.

En concreto, el margen de intereses se situó en 4.951 millones, un 0,9 % más; los ingresos por comisiones alcanzaron los 2.598 millones, lo que supone un incremento del 0,6 % respecto a 2018, y los ingresos del negocio seguros subieron en un 5,5 %, hasta 767 millones. El resto de ingresos 'core' sumaron otros 289 millones.

El margen bruto, por su parte, totalizó 8.605 millones, un 1,8 % menos, debido a la reducción de los resultados de entidades valoradas por el método de participación como consecuencia de la no atribución de Repsol -salió en julio del capital de la petrolera- y BFA.

En el último año ha registrado además una contribución al Fondo de Garantía de Depósitos por 242 millones de euros y una contribución al Fondo Único de Resolución por importe de 103 millones.

El volumen de negocio de CaixaBank creció un 4,7 % en 2019, hasta 611.692 millones, impulsado especialmente por los recursos de clientes, que ascendieron a 384.286 millones, un 6,9 % más, mientras que el crédito bruto a la clientela se situó en 227.406 millones, un 1,2 % más.

En concreto, el crédito al consumo aumentó un 13,7 % y el destinado a empresas, un 8,9 %, en tanto que el crédito hipotecario cayó un 3,1 % y el del sector público, un 0,5 %.

En cuanto a los activos bajo gestión, éstos aumentaron casi un 9 %, hasta 102.316 millones, y, dentro de este epígrafe, destaca el crecimiento del 14,7 % de los planes de pensiones.

La cartera de adjudicados netos disponibles para la venta de CaixaBank en España ascendió a 958 millones de euros, 218 millones más que en 2018, y la cartera de alquiler sumó 2.094 millones netos de provisiones, 385 millones menos que el año anterior.

El total de ventas de inmuebles de CaixaBank alcanzaron los 581 millones en 2019 y los saldos dudosos experimentaron un descenso de más de 2.400 millones en el ejercicio, hasta 8.794 millones.

CaixaBank cerró el año con una ratio de morosidad del 3,6 %, frente al 4,7 % de finales de 2018, y una ratio Common Equity Tier 1 (CET1) del 12 %.

Por su parte, los activos líquidos totalizaron 89.427 millones, con un crecimiento de 9.897 millones en el año, debido a la evolución positiva de la acción comercial y a un volumen de nuevas emisiones superior a los vencimientos.

La plantilla de CaixaBank está ahora formada por 35.736 empleados, 1.704 menos, y una red de 4.595 oficinas, medio millar menos que en 2018.