El Gobierno de Pedro Sánchez aprueba este martes en Consejo de Ministros el proyecto de Ley del Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, conocido como 'tasa Google', un impuesto a las grandes empresas tecnológicas. ¿Qué es la 'tasa Google'? ¿Cómo funcionará en España? ¿A quién afecta? ¿Quién la pagará? Respondemos a estas preguntas.

1. ¿Qué es la 'tasa Google'?

Es un impuesto que gravará algunas operaciones realizadas por las grandes multinacionales tecnológicas que en la actualidad no tributan. Se establece un tipo del 3% a los ingresos generados por servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario.

2. ¿A quién afecta?

Afecta a empresas con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones de euros e ingresos en España superiores a 3 millones. Es el caso, por ejemplo, de Google, Facebook y Amazon.

3. ¿Quién está exento?

Queda excluido del impuesto el comercio electrónico que implica la venta de bienes o servicios entre los usuarios en el marco de un servicio de intermediación en línea; y las ventas de bienes o servicios contratados en línea a través de la web del proveedor de esos bienes o servicios en la que el proveedor no actúa como intermediario. Además, se excluyen de la tasa determinados servicios financieros. Y las prestaciones digitales que sean realizadas entre entidades que formen parte de un grupo con una participación, directa o indirecta, del 100% quedarán también fuera del impuesto.

4. ¿Cómo me afectará como consumidor?

La 'tasa Google' no grava al usuario de servicios digitales, por lo que de entrada no supondrá gasto alguno para el consumidor. No obstante, según la patronal tecnológica Ametic, el nuevo impuesto creará barreras de entrada al mercado para 'start-ups' y pymes y puede repercutir de forma negativa en los usuarios al resultarles más caro acceder a los servicios de las plataformas digitales. Ametic sostiene que las grandes tecnológicas como Amazon, Google o Facebook podrían repercutir este impuesto en el precio final a las pequeñas empresas, autónomos, usuarios, organizaciones sin ánimo de lucro u organismos públicos que utilizan estas plataformas. Un informe del sector apunta que la tasa cargará hasta 665 millones a los consumidores.

5. ¿Qué ingresos supondrá para España?

El Gobierno español espera recaudar 1.200 millones de euros anuales. Sin embargo, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) rebaja la recaudación a una horquilla de entre 546 y 968 millones.

6. ¿Cómo se pagará?

Estaba previsto en el proyecto inicial que se liquidara trimestralmente y el devengo se produjese por cada prestación de servicios sujeta al impuesto. Sin embargo, tras las presiones de la Administración de Donald Trump, el nuevo tributo no se recaudará hasta finales del 2020 para dar tiempo a un posible acuerdo dentro de la OCDE. Este organismo se ha dado de plazo hasta final de año para crear una tasa digital que supere las trabas que pone Trump.

7. ¿Qué sanciones se prevén a quien no pague?

Se prevén sanciones de hasta el 0,5 % del importe neto de la cifra de negocios del año natural anterior para las empresas que traten de ocultar la ubicación del usuario de esos servicios mediante el falseamiento u ocultación de la dirección de Protocolo de Internet (IP) u otras pruebas.

8. ¿Quién rechaza la 'tasa Google'?

Estados Unidos. La Administración de Donald Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% sobre las importaciones europeas si se pone en marcha una tasa a grandes empresas de servicios digitales. Tampoco están de acuerdo las patronales tecnológicas.

9. ¿Qué pasa en Francia?

Francia ha sido uno de los primeros países en crear este impuesto y lo hizo de manera unilateral. Sin embargo, el pasado enero congeló su tasa digital para intentar llegar a un acuerdo con EEUU después de que este país anunciara aranceles por valor de 2.160 millones de euros sobre productos franceses.

10. ¿Qué dice la Unión Europea?

La Comisión Europea trabaja en la creación de un impuesto de estas características para todos los países miembros, con el objeto de tener una fiscalidad común respecto a la economía digital. Bruselas calcula que este impuesto común podría recaudar 6.000 millones anules para la UE.