La aerolínea británica easyJet ha anunciado este lunes que deja en tierra toda su flota de aviones hasta próximo aviso por el desplome de la demanda ante la pandemia de coronavirus.

En un comunicado, la empresa con base en el aeropuerto londinense de Luton explica que la medida "elimina un coste significativo", y señala que se acogerá a las ayudas del Gobierno para mantener en nómina a la plantilla.

easyJet asegura que mantiene "una sólida hoja de balance" y está "en conversaciones con proveedores de liquidez" a fin de apuntalar su continuidad una vez superada la crisis provocada por la propagación del virus.

Explica que ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para aplicar el programa gubernamental de retención de empleo y pagar a partir del miércoles, durante dos meses, el 80 % de su sueldo a la tripulación de cabina.

La aerolínea de vuelos económicos explica que la decisión de dejar en tierra todos su aviones se debe a "las restricciones de viaje sin precedentes impuestas por el Gobierno" y "el confinamiento nacional" de muchos países para combatir el COVID-19.

Labores de repatriación

La compañía recuerda que en los últimos días ha colaborado en labores de repatriación y ha operado "más de 650 vuelos de rescate" para retornar a casa a "más de 45.000 clientes", lo que continuará haciendo si las autoridades lo requieren.

easyJet indica que "en este momento, no hay certeza de la fecha en que podrán reanudarse los vuelos comerciales" y dice que evaluará la situación en función "de la normativa y la demanda".

Virgin Atlantic y la irlandesa Ryanair tienen ya en tierra la mayoría de sus aviones y el grupo hispano-británico IAG, propietario de Iberia, British Airways, Aer Lingus, LEVEL y Vueling, ha reducido su capacidad un 75 %.

Virgin Atlantic ha dicho que quiere pedir fondos al Gobierno británico -y se espera que otras aerolíneas también lo hagan-, si bien el Ejecutivo conservador mantiene que un rescate estatal del sector debe ser el último recurso y primero las compañías deben tratar de obtener capital de otras fuentes, como sus propios accionistas.