El presidente de la Fundación bancaria 'La Caixa', Isidro Fainé, ha puesto en valor este viernes el papel de las cajas durante la crisis que han actuado movidas por el compromiso con las personas porque, ha dicho, "las cajas llevan en su ADN la preocupación social".

En una intervención en la cumbre empresarial de la CEOE, en una sesión dedicada a la Responsabilidad Social Corporativa, Fainé ha considerado que "la obra social empieza cuando se atiende bien a un cliente" si bien ha admitido que para hacer "obra social hay que ganar dinero" y en esa tesitura ha dicho no estar de acuerdo con la política de no pagar dividendos.

Pese a las crisis, Fainé ha puesto cifras sobre la mesa y ha asegurado que el pasado año todas las fundaciones de las cajas han invertido 845 millones en temas sociales y han llegado a 35 millones de beneficiarios.

Fainé ha considerado que en una empresa hay cuatro grupos de interés: los empleados, lo primero; los clientes, lo segundo; los accionistas y la sociedad. Y este cuarto factor es el que, ha asegurado, está en el ADN de la institución.

Sobre los accionistas, Fainé ha dicho estar en contra de la "moda" de no retribuir a los accionistas.

El presidente de la Fundación ha insistido en la conexión con lo clientes y ha defendido que las cajas no estén deshumanizadas.

Fainé ha hecho un repaso por las prioridades de las cajas y aquí se ha referido a la lucha contra la pobreza.

Para Fainé hay que empezar por la pobreza infantil porque su experiencia le dice que "cuando una persona empieza a pedir limosna no hay manera de que trabaje. A los que piden limosna por las iglesias, les hemos encontrado trabajo pero duran tres días. No quieren trabajar".

Desde que empezó el programa, la Fundación ha atendido a 318.000 niños, y 62.000 el año pasado.

Fainé ha apostado por este programa aunque ha reconocido que es un camino a largo plazo, "no se ve su resultado a corto".

El presidente de la Fundación también ha apelado a trabajar por la empleabilidad de las personas con discapacidad y ha recordado que en los últimos años han colocado a 267.000, de las cuáles 47.000 fueron en el último ejercicio.

También ha hecho una defensa por el envejecimiento activo y por paliar las brechas de desigualdad, entre jóvenes y mayores y entre lo rural y urbano.

Por su parte, el presidente de la ONCE, Miguel Carballeda, ha hecho un "ruego" a empresarios y sindicatos para mejorar la tasa de ocupación y para que den una "oportunidad" de empleo a la personas con discapacidad.

"No escatiméis nada", ha dicho Carballeda a los empresarios, a quienes ha pedido convertir la "calamidad" de la crisis en una nueva palabra: "la oportunidad" de conseguir empleo.

Ha recordado que la ONCE se sitúa como el cuarto empleador no público con un 60 por ciento de la plantilla con discapacidad pero es el "primer empleador del mundo" de este colectivo.

Por su parte la exministra y miembro del patronato de la Fundación CEOE, Fátima Báñez, ha puesto en valor que la pandemia haya sacado el "rostro más social" de las empresas y que estas se hayan movilizado para reinventar las líneas de producción

Báñez ha apostado por recuperar los valores que aporta la responsabilidad social corporativa y por la formación permanente de los empleados.

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha cerrado el coloquio recordando que el empleo lo crean "las empresas, los empresarios y los autónomos. Quien no crea empleo es la Seguridad Social por muchas fórmulas mágicas que nos diga. Los empleos los genera la empresa y en especial la privada", ha recalcado.