Málaga trabaja ya para revertir la situación provocada por el Covid-19, y minimizar los efectos de una crisis sobrevenida e inesperada hace tan solo cuatro meses que ha cambiado nuestra forma de vida de un modo radical.

El panorama a corto y medio plazo no será sencillo. El desempleo se ha disparado a cifras de la anterior crisis económica y el turismo, verdadera locomotora de la economía malagueña, ha sufrido un impacto negativo brutal por la escasa movilidad y el miedo al desplazamiento de nuestros tradicionales visitantes. Se espera como agua de mayo una vacuna o un tratamiento eficaz contra el Covid-19 que despeje el horizonte y nos haga salir de esta situación, pero mientras tanto hay que confiar en superar este reto de forma acertada y ponerse cuanto antes en marcha.

Málaga se ha puesto ya en marcha en una triple vertiente: la de la salud pública, el ámbito económico y el social, donde hay que volver a generar grandes oportunidades de crecimiento, desarrollo, reforma e impulso para poder salir fortalecida de esta crisis.

Según el Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol, es necesario apostar por acciones que atraigan a inversores en los segmentos de marcado interés, como puede ser el mercado inmobiliario y el sector de la logística; promover alianzas estratégicas con otras ciudades complementarias para mejorar el posicionamiento internacional a través de la coordinación de acciones con el aeropuerto y el puerto. En Innovación y Digitalización Urbana se posicionará al Ayuntamiento como modelo de aplicación de las TIC al sector público y en Sostenibilidad Ambiental se incidirá en el posicionamiento de Málaga dentro de las ciudades modelo de sostenibilidad urbana y eficiencia de la gestión de recursos.

En este mismo sentido, la Diputación de Málaga está preparando el llamado «Plan Málaga» , una especie de «Plan Marshall» que estará dotado con cerca de 100 millones de euros, para recuperar el músculo económico perdido. «La construcción será uno de nuestros pilares básicos en esta fase de reactivación de la economía de toda las provincia. Aumentaremos la partida para inversiones, estamos trabajando para tener una importante cuantía económica para que la reactivación de la construcción permita generar empleo directo e indirecto», asegura Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga y alcalde de Rincón de la Victoria.

La obra pública se constituye como uno de los pilares donde basar el inicio de la recuperación: «Ante esto, las administraciones estamos mirando a otros sectores y desbloqueando recursos para poder acometer inversiones que generen trabajo. Uno de los sectores claves es la obra pública. El propio presidente andaluz, Juanma Moreno, aseguraba no hace mucho tiempo que esta inversión «podría absorber parte del más que previsible aumento del desempleo en los segmentos más afectados por la crisis».

La colaboración público-privada se antoja decisiva y de gran importancia para seguir generando oportunidades para rebajar el impacto de esta crisis Covid 19 en el tejido económico malagueño. En este sentido hay que destacar la labor desarrollada por el Centro de Atracción de Inversiones de Málaga, una alianza estratégica entre la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y el Ayuntamiento de Málaga orientada a vencer las posibles barreras que puedan percibir futuros inversores, y que funciona también como carta de presentación de los activos que posee nuestra tierra como generadora de actividad económica, innovación y empleo. Este Centro de Atracción de inversiones precisa de instrumentos de apoyo y asesoramiento adecuados para llevar a cabo con éxito un proceso inversor en nuestra ciudad ante el desconocimiento que se da en muchos de los futuros inversores que muchas veces topan con escasez de información sobre fiscalidad, trámites de inicio de actividad, infraestructuras, contacto con otras empresas, etc.

En este mismo orden de cosas, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, hizo hincapié hace pocas fechas en el Decreto-Ley de Mejora y Simplificación Normativa, al que calificó «más necesario que nunca», para captar inversiones y hacer viables futuros proyectos. Además este decreto, persigue un crecimiento vigoroso y representa la eliminación o simplificación de un centenar de trámites burocráticos.

15 propuestas de los empresarios

Para la Confederación Andaluza de Empresarios y de boca de su presidente Javier González de Lara «el diálogo social, es la mayor infraestructura social de un territorio, y por tanto, más necesario que nunca para afrontar los grandes retos económicos y sociales que ha creado la pandemia por Covid-19».

Lara señala tres valores fundamentales para la reactivación económica y empresarial: «no hay futuro sin formación, innovación y digitalización; o sin una industria que dé lugar a un tejido empresarial sólido y generador de más y mejor empleo; del mismo modo, no se puede concebir nada de esto, sin la sostenibilidad y la inclusión como prioridades».

La actividad de las empresas debe poner a las personas en el centro de todas las decisiones pensando en las generaciones futuras, desde el respeto al medio ambiente y la lucha contra la pobreza, entre otros objetivos".

La CEA ha propuesto un paquete con 15 medidas para paliar la crisis a la que nos enfrentamos entre las que destacan:

  • Fortalecimiento de la garantía de los derechos sociales, sin discriminar entre provisión pública o privada, porque lo importante es la garantía del derecho, no su prestador.
  • Reforzar la seguridad jurídica. Hay que recuperar la estabilidad normativa, reduciendo obligaciones legales y trámites innecesarios.
  • En el ámbito laboral reforzar las políticas activas de empleo, recuperar la formación para el empleo (hoy día muy cuestionada por la decisión del Estado de retirar los fondos finalistas) y continuar con la agilidad en las tramitaciones de ayudas.
  • Incrementar y mantener la inversión pública e incentivar la privada. Es el momento de poner en carga inversiones, como las relacionadas con las infraestructuras hídricas que tanto se necesitan. Apoyando la colaboración público-privada.
  • El impulso a la digitalización, que en sectores como el comercio, la salud o la educación, se han impuesto de forma sobrevenida y que necesitan un mayor grado de profesionalización y desarrollo en su ejecución. Todo ello sin olvidar el teletrabajo.

Financiación

Cuando la pandemia se mostró con toda su crudeza y los comercios y negocios empezaron a dejar a cero su casillero de ingresos, se liberaron créditos por parte de organismos oficiales como el ICO y de diferentes entidades financieras para poder salvaguardar la integridad de Pymes, negocios y empresas. En la realidad post Covid es más que necesario que ese dinero en forma de ayudas siga circulando para hacer frente, en primer término, a un segundo semestre del año en el que la caída del consumo va a ser nota predominante en Málaga.

Por este motivo es una buena noticia la reciente renovación del convenio de colaboración entre Unicaja Banco y el Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (IMFE), dependiente del Ayuntamiento de Málaga, una unión vigente desde hace 15 años con el objetivo de facilitar financiación en condiciones ventajosas para la puesta en marcha, consolidación y ampliación de microempresas, negocios de autónomos y proyectos de autoempleo. Con esta renovación ambas institucionespretenden contribuir a minimizar el impacto de la crisis ocasionada por el Covid 19 y reactivar la economía.

En la letra pequeña de este acuerdo, Unicaja Banco ofrece pequeños créditos en condiciones ventajosas a empresarios, emprendedores o profesionales con una iniciativa empresarial viable. En concreto, tendrán un importe de hasta 25.000 euros, que podrán financiar hasta el 90% del proyecto presentado.

A través de su Unidad de Empresas, el IMFE ayudará a los beneficiarios facilitándoles los servicios de apoyo y asesoramiento empresarial que se consideren necesarios para el buen desarrollo del proyecto y analizando si es factible para su posible acceso a esta vía de financiación.

Málaga ya está en marcha. Tras unos meses en los que el Covid 19 volteó toda nuestra actividad económica, personal y social, ha llegado el momento de la reconstrucción, una reconstrucción en el que la esfera pública y la privada han de ir de la mano para garantizar que esta nueva transición nos devuelva a los escenarios previos a aquel 14 de marzo que nos cambió la vida.