En junio de este año el Gobierno, una propuesta industrial y comercial encaminada a recuperar uno de los sectores tractor de la economía española. De acuerdo con los fabricantes, este plan Renove debía incentivar el mercado (frenado por el confinamiento), aportando una ayuda directa a la compra de vehículos nuevos (y de ocasión siempre que los coches estuvieran matriculados a partir de enero de 2020).

Tras el verano este plan tenía que estar implementado para que todos los usuarios pudiesen solicitar estas ayudas. No obstante, el sistema telemático para arrancar con el registro de peticiones sigue sin estar operativo. Lo que en un principio era septiembre, ahora será octubre en el mejor de los casos, fecha que algunos fabricantes también ponen en entredicho.

Este sistema digitalizado debe permitir que los clientes registren su solicitud de ayuda directa, que varía entre 300 y 4.000 euros, según la eficiencia del vehículo (pudiendo obtener 500 euros adicionales para casos de movilidad reducida, rentas bajas o si el coche que se entrega para achatarramiento tiene más de 20 años).

Aplicación en periodo de pruebas

El requisito principal es entregar un coche de, al menos, 10 años de antiguedad. La aplicación telemática aún no está disponible, aunque según apunta la agencia Efe de fuentes de Industria la plataforma está casi lista y avanza adecuadamente en el periodo de pruebas. La idea es perfeccionar el sistema para que no se produzcan colapsos cuando los usuarios empiecen a realizar las peticiones.

El anuncio del Plan Renove (que convive con el Plan Moves2 destinado a la compra de vehículos electrificados y cuya gestión recae en las comunidades autónomas) ha contribuido a reactivar ligeramente las ventas tras el verano. El Moves ya ha agotado sus fondos en Madrid, por ejemplo, que es una de las autonomías que sí lo ha activado (Madrid, Valencia, Aragón, Galicia y Asturias). Desde Faconauto (asociación de concesionarios) reconocen que un 20% de las compras realizadas desde junio podrían acogerse al Renove.

Solo ayudas de los concesionarios

No obstante, los usuarios no se han podido beneficiar de las ayudas del plan en su totalidad ya que por ahora solo han visto reflejado en el bolsillo el importe de los descuentos ofrecidos por los fabricantes (proporcionales a la aportación estatal) con un máximo de 1.000 euros por vehículo. El resto de la bonificación hay que pedirla por el sistema telemático que aún no funciona y que si no se cumple con algún requisito podría no ser concedida. La prestación debe pedirla el usuario y no se tramita a través del concesionario.

Las ayudas (el plan cuenta con 250 millones de euros) deberán solicitarse, pues, con efecto retroactivo para la compras realizadas desde el 16 de junio. En los planes anteriores (PIVE), esas ayudas las adelantaba el concesionario que depués recibía el importe de las arcas del Estado. Pero esta vez no ha sido así. El programa Renove finalizará el 31 de diciembre de este año (o cuando se agoten los 250 millones).