El precio medio de las viviendas nuevas y usadas se situó en 1.681 euros por metro cuadrado en junio del 2010, con un incremento del 2,7% respecto al mismo mes del año pasado y del 1,1% desde diciembre. Así se desprende de un informe presentado este jueves por Sociedad de Tasación, en el que se destaca que el ritmo de crecimiento se ha moderado por tercer ejercicio consecutivo.

"Los augurios eran muy negativos pero los peores pronósticos no se han cumplido. Se ha producido un enfriamiento o moderación de precios, pero siguen creciendo", ha apuntado el consejero delegado de la firma, Juan Fernández-Aceytuno, en una rueda de prensa telemática. El ejecutivo ha destacado que sus datos difieren de las fuertes caídas que están anunciando los portales inmobiliarios porque estos reflejan los precios de oferta inicial, "que han bajado porque estaban disparados, sobre todo en Madrid y Barcelona", mientras que Sociedad de Tasación recoge la valoración final del cierre de las transacciones de compraventa. La diferencia entre los primeros y los segundos era del 15% antes del confinamiento y ahora está más cerca del 5%.

El directivo ha resaltado que las operaciones están empezando a subir, al contrario que las hipotecas, lo que es señal de que se están produciendo cambios de una vivienda por otra, adquisiciones por parte de inversores, y compras de padres para hijos, en todos los casos sin necesidad de financiación. Asimismo, ha subrayado que las encuestas del CIS indican que los consumidores están esperando que los precios bajen y por eso está subiendo la intención de compra.Demanda embalsada

Respecto a lo que resta de año y el 2021, el directivo ha apuntado que sus modelos económicos apuntan a la continuación del cambio de ciclo que ya indicaban antes de la crisis del coronavirus. Sin embargo, ha precisado que puede producirse la "sorpresa" de que dicho cambio de tendencia en los precios sea "más suave de lo esperado".

Antes de la pandemia, ha sostenido, había entre 200.000 y 250.000 compraventas que no se producían al año (dado el tamaño de la población de España, calcula que tendrían que registrarse entre 650.000 y 700.000) por la situación laboral y el encarecimiento de la vivienda. Esa demanda embalsada podría fluir ahora gracias a la moderación de los precios, los tipos bajos durante largo tiempo, la liquidez disponible en los mercados financieros, la falta de inversiones alternativas rentables, y el factor "emocional" que supone la búsqueda de casa con terraza o viviendas unifamiliares con patios fuera de los núcleos urbanos.