El Ministerio de Trabajo, los sindicatos y la patronal volverán a reunirse este lunes para intentar alcanzar un porcentaje de subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021, encuentro en el que tanto las organizaciones sindicales como el Ejecutivo esperan que la patronal cambie su postura respecto a congelar esta renta, o incluso bajarla.

En la primera reunión que se mantuvo la semana pasada para abordar el asunto, el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, confirmó que el Gobierno no iba a congelar el salario mínimo el próximo año.

En el encuentro de este lunes, Trabajo pretende conocer cuáles son las posiciones concretas de todas las partes y estudiarlas, ya que, como dijo el secretario de Estado, "el Gobierno no va a condicionar el debate a ninguna cifra concreta, más allá de entender que la congelación no es oportuna".

También la semana pasada, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, pidió a la patronal que tenga "empatía con su pueblo" y "altura de miras" para negociar la subida.

Asimismo, les recordó a los empresarios que mientras los trabajadores acogidos a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) ven reducidas sus retribuciones en un 30%, ellos, en muchísimos casos, están siendo exonerados de todas sus cotizaciones sociales". "Empatía, cierta proximidad a su pueblo y altura de miras", insistió.

En relación con ello, Díaz calificó de "discursivo e ideológico" el argumento del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, rechazando la subida del SMI por la actual crisis económica y el bache que atraviesan muchas empresas.

"Es lo mismo que decía exactamente el año pasado y entonces la economía crecía. Es un elemento discursivo e ideológico para la CEOE, pero estoy segura de que el señor Garamendi no comparte que tengamos trabajadores pobres y los tenemos por encima del 13%", apuntó.

La titular del Ministerio resaltó que todos los países europeos van a subir el salario mínimo y que si España no subiese el SMI, además de ser "una anomalía" respecto al resto de Europa, "se dejaría fuera a los trabajadores que más lo necesitan". "Es ahora cuando más se necesita", ha apostillado.

Díaz también reconoció que existen discrepancias en el seno del Gobierno en torno a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2021, pero subrayó que la decisión que finalmente adopte el Ejecutivo será "colectiva".

"Como en todas las materias, hay distintas opiniones y eso es bueno, no se trata de que seamos unívocos (...) Luego el Gobierno decidirá y lo haremos colectivamente", incidió.

De hecho, el pasado viernes la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, aseguró que ella no subiría ahora el salario mínimo interprofesional (SMI) porque ya ha aumentado un 29% en los últimos dos años y debe existir un equilibrio entre proteger a los trabajadores y a la economía y sus empresas en una crisis.

"Tendrá que seguir subiendo, ahora no, pero tendrá que seguir subiendo porque es el compromiso de investidura del presidente Sánchez y tendrá que ser al ritmo al que interese a los derechos de los trabajadores y a la protección de las empresas en una crisis", ha afirmado.

Otras voces del Gobierno, como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, o la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, se han mostrado partidarias de acompasar la subida del SMI a la situación económica y la evolución del empleo, para no poner en peligro la recuperación económica.

Subidas del 1,8%

De su lado, los sindicatos valoran que Trabajo apueste por no congelar el SMI. Para el secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CCOO, Carlos Gutiérrez, hay que tener en cuenta que todos los datos van a evolucionar favorablemente el año que viene, y añade que las pensiones mínimas van a subir un 1,8% el próximo año y que el incremento de los salarios medios pactados en noviembre fue del 1,89%. "De ahí no debería bajar la subida del SMI el año que viene", dijo esta semana.

De su lado, el secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, afirmó que para su organización sindical "un punto de ruptura" sería que el Gobierno planteara una subida del SMI del 0,9% como la de las pensiones o la del salario de los funcionarios. "Nos planteamos un aumento a 1.000 euros, que supone un incremento del 5%. Y lo hacemos porque creemos que esa frecuencia de subida es más fácil si vamos a alcanzar el objetivo del 60% del salario medio al final de la legislatura", apuntó.

El representante de UGT también señaló que no entiende cómo la patronal se opone a la subida del SMI, cuando ha pactado que a final de este año los convenios colectivos se sitúen por encima de los 1.000 euros, o como mínimo en los 1.000 euros.

"La patronal no ha venido más que a decir aquello que dice siempre: ahora no podemos, ahora no es el momento o no es posible", resaltó Pino, que pidió a los empresarios que "se comporten" en la negociación y les instó a hacer una propuesta de subida y a que dejen de lado las negativas, porque "han obtenido una ingente cantidad de dinero para salvar a las empresas" durante la pandemia.

De su lado, el representante de CCOO dejó claro que es "irrenunciable" que el SMI alcance el 60% de la media salarial española a lo largo de la legislatura y apuntó que este es un buen momento para ratificar el compromiso y evitar "confusiones".