Reunión europea

El Eurogrupo reafirma la necesidad de mantener el apoyo a la economía

La reunión evidencia las primeras grietas entorno a la reforma de las reglas fiscales

El ministro irlandés de Finanzas y presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe. /

El ministro irlandés de Finanzas y presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe. /

Silvia Martinez

Las decisiones adoptadas por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y los gobiernos de la Eurozona para apuntalar la economías tras la irrupción de la pandemia de covid19 “han funcionado”. La situación económica es mejor de la esperada y la recuperación avanza pero todavía sigue siendo necesario seguir manteniendo los estímulos a la economía aunque ha llegado la hora de pasar “de un enfoque general a uno más específico”, ha resumido el presidente del Eurogrupo, Pascal Donohoe, tras la reunión celebrada este viernes en Eslovenia. 

“Es muy importante mantener una combinación de políticas de apoyo, transformando gradualmente ese apoyo generalizado en uno más específico y selectivo, pero sin pensar que ahora es el momento de una política más restrictiva de repente, porque esta sería bastante peligroso”, se ha sumado el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni. “La situación es mejor pero no estamos fuera de peligro todavía”, ha añadido la presidenta del BCEChristine Lagarde. Más allá del repaso habitual de la situación económica y un debate sobre convergencia e insolvencia, el encuentro ha permitido empezar a medir cómo están las fuerzas en torno a la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece la obligación de reducir el déficit por debajo del 3% del PIB y del 60% la deuda.

Reforma del Pacto

Aunque oficialmente este melón no se abrirá hasta el otoño, una vez que el Ejecutivo comunitario retome las consultas, los países de la Eurozona ya han empezado a calentar motores y posicionarse. Bruselas suspendió la aplicación de las reglas en marzo de 2020, a raíz de la irrupción del coronavirus, y desde entonces los gobiernos han podido gastar con libertad para apuntalar sus economías. Esta libertad, sin embargo, se acabará en 2023 y hay países como España que insisten en adecuar las reglas “antes de que salgamos de la situación excepcional provocada por la pandemia”, ha explicado la vicepresidenta y ministra de economía, Nadia Calviño

España, al igual que Francia o Portugal, es partidaria de revisar el marco actual para simplificarlo, modernizarlo y adaptarlo “a la realidad que estamos viviendo y a las necesidades de inversión derivadas de al recuperación. “Necesitamos volver a las finanzas públicas sólidas, pero necesitamos tener un regreso progresivo. No deberíamos matar el crecimiento”, ha explicado el francés Bruno Le Maire. “Tenemos que garantizar que invertimos en el futuro y para eso necesitamos espacio”, se ha sumado el portugués Joao Leao.

Carta de ocho países

No todos los países de la Eurozona comparten, sin embargo, las mismas recetas que los países del sur ni el mismo calendario. Ocho países del norte y este de Europa lo han dejado meridianamente claro. En una carta conjunta publicada este viernes, Austria, Holanda, Suecia, Finlandia, Letonia, Republica checa y Eslovaquia reconocen que la crisis del coronavirus ha dejado su huella en las finanzas públicas, que la deuda pública se ha disparado al 94% del PIB este año y que aumente las medidas de apoyo fiscal han permitido contener el impacto ha afectado a la sostenibilidad de las finanzas públicas, especialmente en aquellos países que ya tenían un endeudamiento elevado.

Por ello, recuerdan que “unas finanzas públicas sólidas son un pilar central de la pertenencia a la UE y la base de la unión económica y monetaria. Por eso, la sostenibilidad fiscal combinada con reformas que impulsen el crecimiento económico deben continuar forman la base del marco común de política económica y presupuestaria”, aseguran subrayando la importancia de la sostenibilidad presupuestaria. Por tanto, “la reducción de los ratios de deuda excesiva debe seguir siendo un objetivo común, no solo porque el Tratado obliga a todos los Estados miembros a evitar y corregir déficits excesivos”, recuerdan.

Dicho esto, los ocho países se muestran dispuestos a debatir para lograr mejoras pero siempre y cuando “las nuevas propuestas no pongan en peligro la sostenibilidad fiscal de los Estados miembros, la Eurozona y la Unión en su conjunto”. Además, también dejan claro que no tienen prisa y la desactivación de la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad no es motivo para acelerar el debate. “La calidad siempre es más importante que la velocidad”, avisan.