Crisis energética

España y Portugal maniobran para establecer un precio máximo en el mercado eléctrico

El plan, desvelado por el Gobierno luso, pasa por recuperar de manera temporal en los mercados de ambos países el tope de 180 euros/MWh que Bruselas obligó a retirar el pasado verano

Una torre de transporte de energía eléctrica en Bilbao.

Una torre de transporte de energía eléctrica en Bilbao. / EFE

David Page

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inicia este miércoles una minigira que le llevará a reunirse en los próximos días con ocho mandatarios de países europeos para convencerles de la necesidad de tomar medidas inmediatas en el marco de la Unión Europea para desacoplar el precio del gas y el de la luz para frenar las subidas, agudizadas por la invasión militar de Rusia sobre Ucrania.

Desde el Ejecutivo se insiste en que se analizan todas las alternativas y que el objetivo es sumar apoyos entre los Veintisiete para emprender de manera inmediata una acción coordinada para contener el encarecimiento de los precios energéticos. Un discurso que fuentes gubernamentales mantienen a rajatabla, sin desvelar oficialmente cuáles son las medidas preferidas para desvincular los precios de gas y de electricidad a la espera de construir una opción consensuada en la UE.

El Gobierno portugués, en cambio, desveló este martes que negocia con el Ejecutivo español establecer de manera temporal un precio máximo en el mercado mayorista eléctrico para contener las subidas desorbitadas. El plan pasaría por recuperar el tope de 180 euros por megavatio hora (MWh) que ambos países en sus mercados eléctricos hasta el pasado julio, cuando se retiró forzados por Bruselas y se estableció una horquilla de entre un mínimo negativo de -500 euros y un máximo de 3.000 euros.

Las negociaciones entre España y Portugal fueron desveladas por el propio ministro luso de Medio Ambiente y Acción Climática, Joao Matos Fernandes, en el Parlamento del país vecino. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica español, comandado por la vicepresidenta Teresa Ribera, sólo se confirma que se estudian todas las posibilidades y que hay contactos con varios países europeos y directamente con la Comisión Europea para articular un plan de acción contra la crisis de precios.

El ministro portugués llegó a precisar el ahorro mensual para los clientes de ambos países si se establece este mecanismo de precio máximo en el mercado eléctrico, cifrándolo concretamente en 4.600 millones de euros cada mes en el caso de España y de 1.100 millones para Portugal. Los mercados de ambos países funcionan conjuntamente y sólo con pequeñas diferencias de precios como una suerte de mercado único ibérico.

Ambos países contemplarían compensar a las centrales que producen electricidad quemando gas porque sus costes de producción son superiores a ese tope de 180 euros por MWh, dado el alto precio del gas natural. España y Portugal intentarán que el sobrecoste de las centrales de gas sea sufragado directamente con fondos europeos, para que las compensaciones no impliquen un coste adicional para los consumidores ibéricos.

El mismo tope que antes de la crisis

España y Portugal mantuvieron hasta el pasado julio ese precio máximo de 180 euros por MWh en sus mercados eléctricos, pero lo tuvieron que retirar para cumplir con la normativa comunitaria. La UE exigía a todos los países miembros que igualen los precios máximos y mínimos de sus respectivos mercados mayoristas diarios, para que los topes pasaran ser de un máximo de 3.000 euros MWh y un mínimo de menos 500 euros (sí, precio negativo).

España y Portugal se resistieron hasta el último momento ha levantar de manera tan drástica los topes de su mercados de electricidad (entre 0 y 180 euros por MWh). E incluso llegaron a proponer a la Unión Europea una fórmula especial para que la ampliación de las horquillas de precios fuera muy gradual y no se llegara a los topes actuales hasta pasados varios años. Bruselas finalmente rechazó ese mecanismo y obligó a igualar los topes con los del resto de estados miembros.

En las últimas semanas, aupados por el impacto de la invasión rusa sobre Ucrania, los mercados de electricidad de España y Portugal han llegado a marcar máximos históricos con una precio medio diario de casi 545 euros por MWh.

Las eléctricas piden intervenir el mercado del gas

Desde el sector eléctrico español ya se ha empezado a meter presión al Gobierno para que intervenga el mercado mayorista de gas y no sólo el mercado eléctrico. La opción por la que apuestan las grandes eléctricas pasa por establecer un tope en el precio del mercado mayorista del gas, y con ello ya se beneficiarían todos los sectores consumidores de gas y también serviría para contener el precio del mercado de la electricidad. Según las estimaciones que manejan las eléctricas, si se estableciera un precio máximo del gas en el entorno de los 80 euros por megavatio hora (MWh) se garantizaría que el mercado eléctrico se quedaría en los 180 euros/MWh.

Desde el Gobierno se insiste en que se va a “desacoplar” el precio del gas y el de la electricidad, pero de momento se mantienen todas las opciones abiertas. “Estamos analizando distintas cosas (…) Puede ser que pongamos un precio máximo al mercado eléctrico. Puede ser que pongamos un precio máximo al gas natural cuando vaya a hacer ofertas al mercado eléctrico. Y puede ser que saquemos definitivamente el gas del mercado eléctrico y se construya un sistema mucho más complicado en el que cada tecnología se retribuye con arreglo a sus costes y rentabilidad. Se están evaluando las distintas alternativas, pero la verdad es que cuanto más sencilla sea, mejor”, apuntaba la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, la pasada semana.

El Gobierno ha venido confirmando que su preferencia es que se lance una acción coordinada por la Unión Europea, para que todos los estados miembros adopten a la vez medidas para contener los precios energéticos. Pero desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez también se advierte de que, si hay retrasos en la toma de decisiones en la UE, España actuará sin esperar las decisiones comunitarias para paliar el golpe de las subidas para los consumidores y la industria.