Tribunales

El Supremo aclara cómo afectan las subidas del SMI a la población activa

Declara que fijarlo como salario base sin tener en cuenta los pluses contradiría el propio concepto del salario mínimo, al poder ser distinto por personas

Rajoy firma el acuerdo para elevar el salario mínimo, en presencia de los representantes de las patronales y los sindicatos mayoritarios.

Rajoy firma el acuerdo para elevar el salario mínimo, en presencia de los representantes de las patronales y los sindicatos mayoritarios. / Juan Manuel Prats

Ángeles Vázquez

La Sala de lo Social del Tribunal Supremo se ha propuesto aclarar cómo afectan las subidas que ha ido experimentando el salario mínimo interprofesional (SMI) en los últimos años. En tres sentencias, dictadas de forma unánime, descarta que las nuevas cantidades deban tomarse como salario base sin tener en cuenta los complementos salariales que se reciben. Considera que lo contrario iría en contra del propio concepto del SMI.

El alto tribunal sostiene que desde la más importante de todas las registradas, al de 2019, se ha venido discutiendo si las nuevas cantidades debían tomarse como “salario base” y sobre ellas calcular los diversos complementos (antigüedad, penosidad, peligrosidad), tal y como la literalidad del real decreto de SMI establece.

Su conclusión es que no puede ser así, porque “para conseguir la efectiva percepción del SMI garantizado hay que atender a las previsiones del convenio colectivo, incluyendo los diversos complementos salariales, salvo que una norma con rango de ley aboque a otra conclusión, o el propio convenio colectivo lo indique de forma expresa”.

Distinto en cada caso

Los magistrados sostienen que lo contrario supondría desconocer la regla del artículo 27.1 del Estatuto de los Trabajadores, pero también disolver el propio concepto de SMI, puesto que éste acabaría siendo distinto para cada colectivo sujeto a una regulación convencional, o incluso para cada persona (a la vista de sus complementos de tal índole.

Una de las resoluciones en las que fija el criterio declara que lo cobrado por complemento de antigüedad forma parte del salario que debe compararse con el nuevo SMI; la segunda extiende esa regla a todos los complementos salariales (incluidos los variables), y la tercera advierte que fuera de la regla quedan las percepciones extrasalariales.