TELECOMUNICACIONES

Orange blinda su fusión con MásMóvil y mete presión a la UE para aprobarla sin condiciones

Enarbola la hiperrivalidad y la agresividad comercial del mercado español para defender que la operación no afectará a la competencia y descarta ningún parecido con las dudas de Europa sobre la unión de las británicas O2 y Hutchinson.

Logo de Orange, en una fotografía de archivo.

Logo de Orange, en una fotografía de archivo.

David Page

Orange y MásMóvil avanzan en el proceso para conseguir todas las autorizaciones para cerrar la fusión de sus negocios en España. Las dos telecos presentaron a la Comisión Europea hace dos semanas una prenotificación de la operación para crear un nuevo gigante del mercado español y pretenden presentar la notificación formal en el primer trimestre del próximo año. La previsión que manejan ambos grupos es obtener el 'ok' definitivo de Bruselas y sellar la unión en el verano de 2023.

La Comisión Europea no hará ningún pronunciamiento oficial sobre la operación hasta que los grupos formalicen su solicitud de autorización el próximo año. Pero las telecos ya meten presión al Ejecutivo comunitario para conseguir una aprobación sin condiciones o con pocas concesiones para superar posibles problemas de competencia (los famosos remedies según el argot del sector financiero) por el gran número de rivales y la agresividad comercial del mercado español.

El sector europeo de las telecomunicaciones vive con preocupación los nuevos movimientos de la justicia europea que pueden frenar eventuales movimientos de consolidación. La pasada semana la abogada general del Tribunal de Justicia de la UE no respaldó la sentencia que anuló el veto a la fusión de las británicas CK Hutchison y O2 -filial de Telefónica- de 2016 y sugirió la necesidad de revisar de nuevo el caso. Desde Orange se trata de poner la venda antes de la herida y se subraya que su fusión con MásMóvil en nada se parece a la antigua operación de las compañías británicas.

“La joint venture de Orange y MásMóvil no tiene nada que ver con la operación de Reino Unido. El español es un mercado con características muy específicas”, ha subrayado el consejero delegado de Orange España, Jean-François Fallacher, en un encuentro con la prensa. “Vamos a crear un nuevo operador que va a poder competir mejor con Telefónica

Desde la teleco francesa se ve la operación prácticamente blindada ante posibles reticencias de Bruselas porque la unión de las dos compañías no supondrá un recorte de competencia en un mercado con hiperrivalidad y agresividad comercial como el español, que simplemente se pasará de ocho a siete operadoras relevantes (no de cuatro a tres grandes grupos), y que la unión no compromete la competencia en el negocio mayorista de redes porque MásMóvil se ha desecho de casi todas sus infraestructuras.

En cualquier caso, Orange y MásMóvil pretenden esperar a conocer las primeras impresiones oficiales de la Comisión Europea sobre posibles condiciones a la fusión -que no se conocerán hasta un mes después de presentar la notificación formal de la operación- para marcar posición sobre eventuales líneas rojas de remedies para continuar con la unión de ambos grupos.

Crecer más de tres años después

Orange consigue su primer crecimiento de ingresos en España desde hace más de tres años, desde principios de 2019. La teleco elevó su facturación total en el mercado español un 0,2%, hasta los 1.178 millones de euros. Un incremento que se produjo gracias al tirón del negocio mayorista (+4,2%), del roaming internacional y de la venta de teléfonos móviles (+2,3%), que sirvieron para compensar el descenso de los ingresos por los servicios de telecomunicaciones (-1,4%) en el trimestre. En el conjunto de los nueve meses del año, los ingresos siguen registrando una caída acumulada del 2,8%, hasta los 3.444 millones.

Orange España mantiene su objetivo de volver a la rentabilidad y alcanzar un resultado bruto de explotación (ebitda) positivo el próximo año. Una meta para la que la compañía admite que tendrá que intensificar la mejora de ingresos y el recorte de gastos para combatir el impacto que tiene en su cuenta de resultados la inflación y el aumento disparado de los costes en toda su cadena de valor.