Inflación

El INE también cambiará cómo mide el precio del gas en pleno vuelco por las ayudas del Gobierno

El organismo modificará la base de cálculo del IPC para utilizar todos los tipos de tarifas no sólo para la electricidad, también para el gas natural, y tendrá un impacto al alza de la inflación

Factura de la luz.

Factura de la luz.

David Page

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acumula ya un año de retraso para poner en marcha un cambio total de cómo mide la evolución de los precios de la electricidad para calcular la inflación, con el objetivo de ajustar mejor los datos al consumo real de los hogares españoles. Prevista para enero de 2022, la modificación de la forma calibrar el precio de la luz sigue sin fecha para activarse y no vendrá sola: el INE también va a modificar de manera simultánea cómo calcula los precios del gas natural que pagan los consumidores españoles.

El organismo aplicará un cambio en la base cálculo del índice de precios de consumo (IPC) para dejar de medir sólo la evolución de las tarifas reguladas de la electricidad y del gas, e incluir también las tarifas del mercado libre, que desde hace años concentran la mayoría de ambos mercados energéticos y que hasta ahora no se han tenido en cuenta para calcular la inflación. La inclusión de todo tipo de tarifas tanto de la luz y del gas para calcular la inflación se aplicará de manera simultánea, según confirman fuentes oficiales del INE.

La intención inicial del organismo era tener lista la reforma en la medición de los precios eléctricos el pasado enero, pero el plan quedó aplazado por no conseguir que las eléctricas le enviaran los datos precios que necesitaba para calcular el IPC. Endesa, Iberdrola y Naturgy llevan desde el pasado abril enviando cada mes los datos de los precios que pagan sus clientes tanto con tarifa regulada de luz como las del mercado libre. Según confirman varias fuentes del sector energético, desde hace tres meses también están enviando al INE datos de todos los tipos de tarifas del negocio de gas natural.

El cambio en los datos de cálculo del IPC puede tener a corto plazo un impacto al alza en la inflación, en un momento en que el Gobierno está consiguiendo contener la inflación -hasta colocarse como el país en que menos suben los precios de toda la eurozona- precisamente gracias a las medidas para contener la subida de la luz y del gas, y también de los combustibles.

Impacto al alza

En el caso del gas, las tarifas reguladas, denominadas tarifas de último recurso (TUR), se están beneficiando de las ayudas millonarias activadas por el Gobierno y van a estar durante al menos todo 2023 con precios mucho menores que las tarifas del mercado libre gasista. La modificación de la medición del precio del gas, incluyendo las tarifas libres -ahora más caras-, previsiblemente implicará un repunte de la inflación en relación a los actuales niveles.

El Gobierno ha puesto en marcha un paquete millonario de medidas para bajar la factura de gas de más de tres millones de hogares que ha sido el detonante del trasvase masivo de clientes y ha provocado un vuelco comercial en el sector. Un escudo anticrisis de 3.000 millones de euros que contempla seguir limitando por ley las subidas que se pueden aplicar a los 1,5 millones de clientes de la tarifa regulada de gas durante todo 2023 y también la creación de un nuevo tipo de tarifa que rebajará a la mitad la factura de 1,7 millones de hogares que cuentan con calefacción central en su comunidad de vecinos. Unas medidas que se suman a la rebaja del IVA del gas del 21% al 5% para todos los tipos de tarifas.

Desde el INE se apunta, en cualquier caso, que la ponderación del gas en el IPC es muy reducida, pero no así la de la electricidad. Durante gran parte de la crisis energética, la tarifa regulada de luz ha registrado precios récord y muy por encima de las tarifas del mercado libre, por lo que el peso de la electricidad en la inflación estaba sobredimensionada, dado que sólo un 40% de todos los clientes seguían teniendo contratada la tarifa regulada (denominada PVPC).

Tras la puesta en marcha de la excepción ibérica, en cambio, la tarifa regulada de luz se ha abaratado mientras que las del mercado libre han ido subiendo cuando tocaba la revisión anual de los contratos. Previsiblemente el cambio del cálculo del IPC para incluir todas las tarifas de la luz tendrá pues un efecto que debería elevar ahora la inflación en relación a los niveles actuales.

El Instituto Nacional de Estadística sigue sin confirmar cuándo aplicará los cambios en el cálculo de precios energéticos del IPC que estaban previstos para el inicio de 2022. En principio, el mejor de los escenarios es arrancar con ella nueva fórmula desde enero para marcar los cálculos desde el inicio de un año completo, aunque fuentes oficiales del organismo no descartan hacerlo con el ejercicio ya avanzado si es necesario para garantizar que los datos recibidos de las compañías energéticas y la exactitud de la información nueva cobertura está garantizada.