Multas de 500 por lo que han pillado en este examen: la Guardia Civil no da crédito

Esto es lo que han descubierto

Multas de 500 por lo que han pillado en este examen la Guardia Civil no da crédito

Multas de 500 por lo que han pillado en este examen la Guardia Civil no da crédito

La Guardia Civil está acostumbrada a enfrentarse a los delitos más innovadores, a los ciberdelincuentes más creativos y a los ladrones más sofisticados. Su presencia en el día a día, siempre vigilante, les ha permitido estar al tanto de los crímenes más complejos.

Desde la lucha contra el tráfico de drogas hasta la detección de fraudes en el ciberespacio, su capacidad para adaptarse a las nuevas amenazas es esencial. Es por esto que resulta crucial prestar atención a los avisos que emiten cuerpos como la Guardia Civil o la Policía Nacional, ya que cada vez son más comunes los delitos tecnológicos o fraudulentos.

Recientemente, la Guardia Civil ha sorprendido incluso a sus propios agentes al destapar una nueva modalidad de fraude durante los exámenes para obtener el permiso de conducir de la clase B.

El escenario de los exámenes teóricos, un proceso que muchos consideran rutinario, ha sido el escenario de una innovadora técnica para intentar obtener el permiso de forma fraudulenta y es que dos personas fueron sorprendidas utilizando dispositivos de comunicación no autorizados, lo que representa un grave riesgo para la seguridad vial.

Los hechos se produjeron en la Jefatura Provincial de Tráfico de Las Palmas de Gran Canaria, donde, el pasado 3 y 16 de diciembre de 2024, los agentes de la Unidad de Investigación de Seguridad Vial detectaron a los infractores. En el primer caso, uno de los aspirantes a conductor escondía un dispositivo móvil dentro de su camisa, justo en un pequeño orificio de la prenda y llevaba un auricular inalámbrico en su oído izquierdo.

En el segundo, el infractor había instalado una micro cámara pegada al interior de su camiseta, también conectada a un teléfono móvil que llevaba en su bolsillo.

El modus operandi era claro: intentar obtener el permiso de conducir sin tener los conocimientos teóricos necesarios, mediante la ayuda de un tercero. Un engaño que no solo pone en peligro la seguridad de la circulación, sino que además ha socavado la integridad de un sistema que garantiza que los conductores sean aptos para ponerse al volante.

Lo más sorprendente es que ambos infractores no eran residentes de Las Palmas de Gran Canaria, sino que provenían de otras comunidades autónomas que viajaron expresamente a la isla para realizar el examen.

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