INDUSTRIA
El Gobierno blinda su tutela sobre la ‘operación Talgo’: “Nadie compraría Alstom sin contar con el Gobierno francés”
Óscar Puente confirma el interés del Ejecutivo en dar impulso industrial y garantizar la españolidad del grupo y mantiene su apoyo a la vía Sidenor: “Es un candidato que encaja”.
El Gobierno quiere poner fin de una vez al culebrón por el control de Talgo. El Ejecutivo aspira a una solución inmediata para dar estabilidad accionarial al fabricante ferroviario y blindar el futuro de la compañía. Una solución que deberá contar con el respaldo del Estado español. Y es que el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, advierte de que los cambios de socios de una compañía estratégica como Talgo no pueden ejecutarse sin aval oficial y mantiene su apoyo a que el grupo vasco Sidenor entre como accionista y se convierta en socio de referencia.
“Espero que la operación esté próxima a su solución. Al Gobierno le corresponde un papel de tutela para garantizar el tejido industrial nacional”, apuntó este jueves el ministro de Transportes en un desayuno informativo. Una tutela que el Ejecutivo español ya ejerció muy directamente el año pasado al vetar la opa sobre Talgo presentada por el grupo húngaro Magyar Vagon por sus vinculaciones con Rusia.
“Nuestro deber es ejercer una tutela que garantice el futuro industrial de Talgo y su españolidad, para que la empresa siga siendo bandera de nuestro país. Algo que entenderían perfectamente en Francia. A nadie se le ocurriría ir a Francia a intentar comprar Alstom [fabricante ferroviario galo] desde fuera sin contar con el Gobierno francés”, sentenció Puente, que casualmente hará una visita este mismo viernes a la factoría que la gala Alstom tiene en Barcelona, y donde está fabricando los nuevos trenes para las flotas de Cercanías y Rodalies.
Sidenor, el candidato que más encaja
El Gobierno sigue dando su respaldo a la entrada de la siderúrgica vasca Sidenor como nuevo gran accionista de Talgo, al considerar que la compañía liderada por José Antonio Jainaga serviría para cumplir los dos objetivos buscados por el Ejecutivo: impulso industrial y españolidad. “Es un candidato muy bueno que encaja con la filosofía del Gobierno”, sentenció Puente. “Pero entendemos que los accionistas tienen el legítimo derecho de realizar o no sus acciones y de obtener el mayor beneficio por ellas". Frente a la vía Sidenor, otros grupos internacionales como el polaco Pesa están mostrando interés por la compra de Talgo como alternativa.
Sidenor presentó una oferta al principal accionista de Talgo, el consorcio Pegaso Transportation (integrado por el fondo británico Trilantic, la familia Oriol y Juan Abelló) para la adquisición de una participación del 29,9%. La oferta de Sidenor se sitúa, según fuentes del mercado, en el entorno de los 4 euros por acción, lo que implicaría un desembolso de 148 millones por el 29,9%, y lo que le permitiría sortear el tope legal del 30% que la legislación establece para que sea obligatorio presentar una opa por el 100% de las acciones.
Sin embargo, la aspiración de Trilantic (que ha disuelto el pacto societario con los Oriol y Abelló y ya puede vender su paquete directo del 30% por separado) es que el precio de la operación se acerque a los 5 euros por título, igualando así el que tenía la opa presentada por el grupo húngaro Magyar Vagon hace unos meses, y que finalmente fue vetada por el Gobierno español.
Prisas por cerrar un acuerdo
El propio Puente no dudó hace unas semanas en escenificar públicamente su respaldo a que el grupo siderúrgico Sidenor tome el control de Talgo y le dé un nuevo impulso a una compañía considerada estratégica. Lo hizo con una visita a una de las factorías de la corporación vasca junto a su presidente, José Antonio Jainaga. El objetivo era mostrar a las claras que Ejecutivo y Sidenor siguen alineados en su interés de dar estabilidad accionarial al fabricante de trenes y blindar el futuro de la compañía.
Pero Moncloa también ha dado en las últimas semanas un golpe sobre la mesa para acelerar el proceso de negociación y que no sufra más dilaciones. El Gobierno pretendía que la operación quedara cerrada el pasado noviembre, y ahora mete presión a Sidenor para que no arrastre los pies, para que suba el precio de la oferta presentada por Talgo y cierre ya un acuerdo con los principales accionistas de la compañía, según adelantó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.
Para allanar la operación, en la transacción podrían participar directamente entrando también como accionistas tanto el Gobierno central -a través del holding estatal SEPI- como el Ejecutivo vasco, también se podrían otros socios industriales o financieros. Las Administraciones central y vasca han mostrado su disposición a dar apoyo a una solución encabezada por Sidenor. Y ese interés se mantiene para impulsar Talgo de la mano de un gran socio industrial nacional que ayude a resolver uno de los grandes problemas que arrastra la compañía, el de no tener capacidad suficiente en sus factorías para atender los pedidos de trenes que acumula.
De momento, la propuesta de Sidenor se sitúa muy por debajo de la oferta de 5 euros por título por el 100% de la compañía que articuló el grupo húngaro Magyar Wagon, y que habría supuesto un desembolso de 619 millones de euros. El Consejo de Ministros vetó el pasado agosto la opa del grupo húngaro por las vinculaciones de sus accionistas con Rusia, alegando que la prohibición se debía a la necesidad de preservar los intereses estratégicos y la seguridad nacional por la tecnología desarrollada por Talgo.
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