Estos son los nuevos requisitos para tener una baja laboral: a partir de ahora, más complicado

Con la entrada del 2025 llegan nuevos cambios al mundo laboral

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ofrece declaraciones a los medios durante un encuentro con personas mayores migrantes, en la sede del Ministerio, a 18 de diciembre de 2024, en Madrid (España).

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ofrece declaraciones a los medios durante un encuentro con personas mayores migrantes, en la sede del Ministerio, a 18 de diciembre de 2024, en Madrid (España). / Diego Radamés - Europa Press

Las bajas laborales son uno de los grandes pilares del estado de bienestar en nuestro país. Este derecho esencial permite que los trabajadores puedan recuperarse con seguridad en sus casas cuando enfrentan problemas de salud, embarazos o situaciones sobrevenidas.

El acto de garantizar este derecho es fundamental para preservar la dignidad y la salud de los empleados. Pero sin embargo, para que este sistema siga siendo sostenible y justo, es necesario que sus requisitos se adapten a la evolución de la sociedad y al contexto económico.

El Gobierno ha introducido en este sentido una reforma significativa en los procedimientos para solicitar y gestionar bajas laborales. Estos cambios motivados por el alto número de solicitudes registradas en 2023 (más de 8 millones, lo que supuso un gasto de 14 millones de euros para el Estado), buscan garantizar que las bajas se ajusten a criterios legítimos y optimizar el uso de los recursos públicos.

Nuevos requisitos en las bajas laborales

Una de las principales novedades de esta reforma es la digitalización completa del proceso: a partir de ahora, los partes de alta y baja serían enviados de forma telemática, algo que elimina la necesidad de que el trabajador entregue los documentos físicamente en su empresa. Esta medida tiene el doble objetivo de agilizar los trámites por un lado y evitar desplazamientos innecesarios por otro, además de mejorar el control y la transparencia en la gestión de las bajas.

Otro cambio importante es que las empresas estarán obligadas a informar a la Seguridad Social sobre las tareas específicas de los empleados que soliciten una baja: algo que va a ser fundamental para que los evaluadores del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) consigan determinar si el estado de salud del trabajador realmente le impide desempeñar sus funciones habituales.

Asimismo, durante el periodo de baja, los trabajadores también van a tener que someterse a un mayor número de revisiones médicas. Esta medida busca ajustar la duración de las incapacidades al tiempo estrictamente necesario para la recuperación, evitando prolongaciones que puedan no estar justificadas. Sin embargo, este cambio ha generado cierta inquietud, ya que podría derivar en reincorporaciones al trabajo antes de que el trabajador esté completamente recuperado. Por ello, será crucial que los médicos determinen con precisión los plazos adecuados para cada caso.

Además, se establece un nuevo sistema de comunicación directa entre las empresas y la Seguridad Social, lo que permitirá a las compañías conocer en tiempo real el estado de las bajas de sus empleados. Otra novedad es que será el médico quien enviará el informe correspondiente a la empresa, eliminando esta carga administrativa para el trabajador.

Con estas modificaciones, el Gobierno pretende reforzar los mecanismos de control para garantizar que las bajas laborales se concedan únicamente cuando estén plenamente justificadas, sin comprometer el derecho fundamental de los trabajadores a recuperarse adecuadamente. A medida que esta reforma se implemente, será clave asegurar que el sistema conserve su humanidad y sensibilidad frente a las necesidades de los empleados, mientras se optimizan los recursos públicos para un estado de bienestar más eficiente.

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