PLAGA

Máxima alerta de la Policía por el nuevo peligro que corre tu mascota: "Es mortal"

Los perros son especialmente vulnerables a esta problemática que se ha adelantado en el tiempo a causa de las altas temperaturas

La Policía Nacional alerta del peligro al que se enfrentan los perros en las zonas verdes, principalmente con pinos cerca.

La Policía Nacional alerta del peligro al que se enfrentan los perros en las zonas verdes, principalmente con pinos cerca. / Shutterstock

El incremento de las temperaturas de forma generalizada que se ha registrado por todo el territorio nacional ha provocado que uno de los mayores peligros a los que se enfrentan las mascotas, especialmente los perros, se haya adelantado en el tiempo. Se trata de la aparición de la plaga de las orugas procesionarias, que ya han hecho su aparición en las zonas verdes y parques de toda la geografía durante el invierno, cuando antes esta situación era propia de la primavera. Esta anticipación, junto con la peligrosidad que supone esta especie para los canes, ha despertado la preocupación de la Policía Nacional, que ha lanzado una alerta para que los dueños de estos animales extremen la precaución para evitar que sus mascotas entren en contacto con estas orugas.

La amenaza que supone para los perros esta especie se debe a que cada una de estas orugas de pino tiene unos 500.000 pelos venenosos con forma de flecha que se desprenden con facilidad y que, al contacto tanto directo como por vía aérea, aumentan el riesgo de urticaria e inflamación en la ciudadanía pero, especialmente, en los animales, para quienes es "potencialmente mortal".

Así lo ha asegurado la Policía Nacional en un vídeo publicado en sus redes sociales, en el que ha alertado a los dueños de animales de la necesidad de mantener la cautela, sobre todo cerca de los lugares donde haya pinos, para evitar que sus animales interactúen con estas orugas ya que son "un peligro tóxico".

Cómo actuar si el perro entra en contacto con la procesionaria

Para aquellos animales que ya hayan entrado en contacto con una procesionaria, la Policía Nacional asegura que se necesita "atención inmediata" de un veterinario ante los riesgos para la salud a los que se enfrenta el perro. De ese modo, lo primero que deberá hacer el dueño es avisar al centro veterinario más próximo y desplazarse al lugar rápidamente.

"Si estoy en casa, tengo que intentar quitarle el mayor número de pelos de oruga, siempre sin frotar", explica la agente. Además, indica que la mejor manera de actuar es intentar arrastrarlos con agua tibia. "Y en cuanto pueda, me desplazo al centro veterinario con urgencia para que lo traten allí", añade la portavoz de la Policía.

La interacción de la procesionaria con el animal provoca en la mayoría de los casos inflamación en diferentes partes de la cara del perro, como la boca, la nariz o los párpados, e incluso un aumento de la salivación. Junto a esto se desarrolla en gran parte de las ocasiones hipertermia, es decir, un aumento drástico de la temperatura corporal hasta niveles superiores a los normales. "Si el perro llega a contactar con la oruga, hay veces que se necrosa parte de la lengua", concluye la agente.

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