Gobierno y oposición elogian a la empresa familiar, a pesar de las críticas al bloqueo político

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Ignacio Rivera, criticó hace dos semanas la dinámica política en la que está inmersa España. "El país está bastante bloqueado. El Gobierno y la oposición están en modo elecciones, no en modo gobierno, y eso no es muy bueno desde mi punto de vista personal", dijo Rivera. Este lunes, ni el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ni el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, hicieron mención a esa crítica durante su participación en el XXVIII Congreso de la Empresa Familiar, en la que ensalzaron la importancia de estas empresas en el tejido empresarial español.

El ministro de Industria y Turismo ha destacado durante su discurso el papel de la empresa familiar como “motor de la economía española” en un “entorno tan complejo” como el actual y en un momento en el que el Gobierno proyecta un crecimiento del 2,7% para este año. “Quiero repetir y reiterar que si la familia es el pilar básico de nuestra sociedad, porque allí aprendemos, conocemos y transmitimos los valores, la empresa familiar es el pilar básico de nuestra estructura económica”, ha afirmado el ministro.

El ministro ha considerado a las empresas familiares como un modelo "imprescindible" para una "España y una Europa mejor". La relación entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) ha sido tirante prácticamente desde el principio del mandato socialista, tanto es así que el presidente de Gobierno nunca ha participado en este congreso, como sí hicieron sus predecesores. Pero en el Congreso del año pasado, celebrado en Santander, se escenificó la paz entre ambos, después de que el ministro Hereu tendiese la mano a los empresarios y estos agradecieran el gesto.

Por su parte, Feijóo ha definido a los empresarios familiares como “parte de lo mejor del país”, “parte de la España tenaz que sostiene el país cuando quienes lo dirigen lo ponen a prueba”. El ‘jefe’ de la oposición ha reconocido que España tiene un “fuerte problema de desafección” y lo ha justificado culpando a su adversario, el Gobierno. Sin rastro de autocrítica, Feijóo ha denunciado la “presión fiscal" que, en su opinión, "asfixia al país” y ha calificado la histórica recaudación de impuestos como un síntoma de "abuso".

El líder popular también ha citado como motivos de desafección el hecho de que el dinero público no se traduzca en mejores servicios y más calidad de vida para los ciudadanos ("tenemos la sensación de que pagamos más y recibimos menos"), así como la desconfianza hacia los empresarios ("como si el beneficio fuese un delito o el éxito una sospecha"), la burocracia y el intervencionismo. "Como toda empresa familiar, lo importante no es lo que se hereda sino lo que se deja en herencia. Soy consciente de lo que recibiré pero también de lo que quiero dejar: un país serio, un país más justo y más digno para los que vengan detrás", ha concluido, llevándose los aplausos del público presente en el Palacio de Congresos de Burgos.

"Os necesitamos"

Mucho más directo ha sido el Rey Felipe VI que al culminar su intervención ha reclamado la presencia de las empresas familiares en la actividad económica del país. "Os necesitamos, España necesita vuestra labor, compromiso y buen hacer", ha expresado el Rey Felipe VI ante un auditorio que, por segunda vez durante la jornada, ha estallado en aplausos, aunque esta vez mucho más sonoros que los del líder popular. Desde el Instituto de la Empresa Familiar recogen el mensaje como un gesto de "cariño" del Rey, que como él mismo ha afirmado durante su discurso, no ha faltado a ninguna de las citas del lobi de parientes en los últimos años.

El Rey ha hecho uso del lema del congreso (origen-destino) para destacar los "valores" de las empresas familiares como punto de partida de estas compañías y la "voluntad de innovar, de mejorar, de adaptarse a entornos cambiantes y de responder a nuevas necesidades" como parte de sus objetivos a futuro. Felipe VI ha recordado que estas empresas crecen a un ritmo superior a las de resto del mercado (en la última década, más de 2,5 millones de empleos), crean oportunidades en sus territorios y, al mismo tiempo, se proyectan al exterior. Y ha emplazado a los directivos a insistir en la "profesionalización, en la incorporación de buenas prácticas de gobernanza y en la formación de nuevas generaciones para asumir con éxito los retos de la gestión empresarial".

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