Combatir el desempleo

Programas de recolocación: la salvación del empleo

Un 78% de los candidatos que participaron en uno de los programas consiguió de nuevo trabajo en un plazo inferior a un año

El 54% de los candidatos consiguió trabajo en menos de seis meses.

El 54% de los candidatos consiguió trabajo en menos de seis meses. / ShutterStock

Marta Gracia

Una nueva crisis económica asola España. La pandemia ha golpeado con fuerza el mercado laboral español. Abril cerró con 3,9 millones de parados, a los que hay que sumar los afectados por un ERTE. Ahora se anunciado Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en numerosos sectores que podrían engrosar las listas del desempleo. Por ello, hay que actuar con rapidez para poder frenarlo.

Tal y como fija la legislación, en este tipo de procesos, siempre que afecte a 50 personas o más de la plantilla, existe la obligatoriedad de la compañía de contratar un programa de recolocación. Pero ¿son realmente efectivos estos programas?, ¿las personas que se acogen a ellos encuentran trabajo de manera rápida y eficaz? 

Los programas de recolocación son procesos de acompañamiento para todos aquellos profesionales que, por circunstancias diversas, se ven obligados a desvincularse de las empresas. El objetivo principal de dichos programas de transición de carreras es guiar a dicho profesional en su nueva etapa, definir su objetivo, potenciar la mejora de su empleabilidad y generar nuevas oportunidades profesionales que encajen con sus expectativas en el menor tiempo posible.

LHH, la consultora del Grupo Adecco especializada en el acompañamiento de las organizaciones en sus procesos de transformación, ha analizado en profundidad sus programas de recolocación en el XV Informe LHH sobre Outplacement. Durante el pasado 2020, el 54% de los candidatos que participaron en un programa de recolocación consiguió trabajo en menos de seis meses y el 24% lo hizo entre el séptimo y el undécimo mes, lo que implica que un 78% consiguió de nuevo trabajo en un plazo inferior a un año.

En el último año, el tiempo medio de búsqueda de empleo de los candidatos que han participado en planes de outplacement es de 6,3 meses. Un periodo muy reducido en comparación con los 12,2 meses que se tarda de media en España en encontrar empleo. 

El 13% de los candidatos de estos programas se decanta por el autoempleo, pero la mayoría (87%) consigue un empleo por cuenta ajena. De estos últimos, un 88% logra un contrato de larga duración y el 35% mejora o al menos mantiene su salario.

¿En qué consisten estos programas?

Marcos Huergo, managing director LHH Spain, explica que los programas de recolocación son un servicio especializado a través del cual se acompaña a las personas que han perdido su puesto de trabajo en esta transición profesional. El proceso se podría dividir en cuatro fases. Una de ellas es el acompañamiento psicológico “sobre todo entre gente que nunca se ha visto en una situación así”, explica Huergo, porque “es un fuerte impacto emocional”.

La segunda fase es de orientación profesional, acompañar al trabajador en encontrar otro trabajo: qué quiere, ¿emprender?, ¿el mismo sector?... “Es una orientación estratégica porque vemos dónde se puede encontrar empleo, en qué sectores y en qué posiciones”, explica el managing director. Y es en este momento cuando entraría el tercer paso que es el de formación y capacitación, ya que la búsqueda de empleo es un empleo en si y hay que saber dónde buscar y cómo hacer la entrevista. “La búsqueda de empleo requiere una preparación y una formación específica”, puntualiza.

El cuarto aspecto requiere gran relevancia sobre todo por los cambios que se están produciendo, sobre todo, a nivel de digitalización que son las acciones de reskilling y upskilling, “una formación de carácter más técnico, pero que van a contribuir a mejorar la empleabilidad y la profesionaildad”. Es una formación adaptada a aquellos gaps entre las capacidades del empleado y lo que buscan las empresas.

En este proceso, el empleado, ayudado por ese programa de recolocación, hace una búsqueda activa de empleo, es decir, se ven las ofertas de empleo que se han publicado y también se buscan las ofertas encubiertas, aquellas que no se publican “es aquí donde hacemos un acompañamiento mayor”. Además, estos programas van más allá, ya que no solo se busca la recolocación, sino el futuro, el que sea un trabajo a largo plazo.

Para ello necesitan saber qué competencias y conocimientos tiene el candidato y en qué medida pueden transferirse a otros sectores de actividad. “Hay que saber identificar qué sectores están creciendo y qué sectores tienen oportunidades”, puntualiza Huergo. De esta manera, hacen una parte de orientación que se complementa con la parte de upskilling y reskiling, es decir, actualizar las competencias y volverlas a aprender.

Estos programas de recolocación también tienen en cuenta que los procesos para un puesto de trabajo han cambiado mucho, los canales y vías de acceso al mercado laboral son completamente diferentes a hacer unos años, sobre todo, están marcados por la digitalización. “Ahora mismo tienes muchas ofertas que se están gestionando en las redes sociales, muchas empresas que hacen búsqueda a través de perfiles y tenemos que ser muy cuidadosos con nuestra marca personal y con nuestra huella digital y eso son aspectos que antes no se tenían en cuenta”, advierte Marcos Huergo.

“Hay dos aspectos importantes en el tema de la recolocación y es que no podemos desaprovechar el talento después de la inversión que hemos realizado en estas personas. El segundo aspecto es el coste de esa persona si está en paro”, señala el directivo. Huergo hace hincapié que además del drama personal que supone no tener trabajo, hay que tener en cuenta el coste que supone un trabajador en paro. Además, recuerda que recolocar a una persona supone una cotización que alimenta la caja de las pensiones.

El perfil del usuario

Según la consultora LHH, el perfil mayoritario de candidatos en un programa de recolocación es el de los hombres (58%) y de los puestos técnicos (35%). La edad media del inicio del programa es de 42 años.

Como ya viene siendo habitual, la Comunidad de Madrid y Cataluña son las dos regiones en las que se lleva a cabo un mayor número de programas de outplacement. Uno de cada 4 participantes en planes de recolocación procede del sector bancario. En segundo lugar, pero a mucha distancia, el sector que más profesionales ha aportado a estos programases el de automoción y transportes, con un 15%, y en tercera posición está el área de farmacia, biotecnología y químicas, con un 10%.

Sin embargo, el sector de la fabricación industrial y servicios, y el bancario y financiero son donde más se recolocan los desempleados (de lo que se deduce en este caso que muchos trabajadores se reubican en su mismo sector), con un 13% y 12% de los candidatos, respectivamente.