Delivery

Dija, el supermercado que quiere revolucionar los hábitos de consumo con entregas a domicilio en 10 minutos

Utilizan el análisis de los datos para organizar sus locales de tal forma que tarden como mucho un minuto y medio en preparar un pedido

Dos repartidores de Dija.

Dos repartidores de Dija.

Alicia Navarro

Domingo por la mañana, coger el carro de la compra y dar vueltas por la infinidad de pasillos del supermercado hasta conseguir todos los productos que necesitas para completar la compra del mes. Este es un escenario muy habitual para la gran mayoría de los españoles, o por lo menos lo era hasta ahora. Ha aterrizado en España la start-up Dija, un nuevo concepto de supermercado que promete entregar, en tan solo 10 minutos, la compra de sus clientes en la puerta de sus casas. “Estamos cambiando la manera en la que la gente gestiona su demanda, la gente ya no quiere hacer la compra de un mes porque no sabe que va a comer dentro de un mes, quiere comprar lo que le apetece en cada momento”, explica David Alonso Martínez, portavoz de Dija en España.

Esta revolucionaria idea, que tiene sus orígenes en Londres y nace de la mano de dos ex directivos de Deliveroo, ha comenzado su andadura en España con la apertura de 6 ‘dark stores’ en Madrid. Son microcentros de almacenaje desde los que los repartidores organizan los pedidos. Estos establecimientos son los que marcan la diferencia entre Dija y el resto de propuestas de delivery. “No es un sitio donde el consumidor pueda ir a ver la fruta y la verdura, eso lo puede hacer a través de la app. No están abiertos al publico, de modo que están optimizados para que los pedido se hagan muy rápido”, cuenta Alonso. Este es el motivo por el cual para muchos se han ganado el adjetivo de supermercados fantasmas.

Desde Dija están tan seguros de su apuesta que de no recibir el cliente su pedido en diez minutos, se comprometen a regalar 3 meses de envíos gratuitos. Pero, ¿cómo logran esos tiempos? “Usamos el análisis de datos para organizar la tienda”, explica Alonso y pone de ejemplo el caso de la Coca-Cola y el ron, ya que son dos productos que suelen pedir juntos, así que en la tienda están muy cerca para minimizar al máximo posible los tiempos del pedido. De este modo, Alonso asegura que de media tardan un minuto y medio en preparar una compra, por lo que disponen de ocho minutos y medio para llevarlo al consumidor. “Somos el supermercado del siglo XXI, tenemos muchas tecnología en los procesos de recogida y empacado”, afirma.

A día de hoy, Dija cuenta con entre 2.000 y 2.500 referencias de productos, una cantidad que a opinión de Alonso es más que suficiente, ya que el 80% de las compras se realizan siempre sobre el mismo 20% de los productos. “Si quieres la cosa más específica del mundo no lo vas a tener, pero sí hay cierta variedad como para hacer una compra general”, comenta. En cuanto al precio, Alonso asegura que son muy similares a los de cualquier supermercado.

Dija vs supermercado tradicional

Debido a la pandemia, los supermercados tradicionales se han visto obligados a digitalizarse, pero a juicio de Alonso, aún les queda un larga camino por recorrer. “Muchos de los supermercados tradicionales no están preparados para el e-commerce, no tienen centros pensados para el reparto a domicilio”, asegura. Esta falta de digitalización provoca que en algunas ocasiones su servicio de delivery no sea del todo efectivo. "Con los supermercados tienes que esperar el momento que ellos puedan llevártelo a casa. Con Dija no tienes que planificarte, fomentas la espontaneidad”.

Por otro lado, Dija también quiere diferenciarse de otras plataformas como Deliveroo o Glovo, por eso apuesta por un modelo integral en la cadena de suministros. De este modo, el ser dueños de su propia oferta les da el plus de rapidez que tanto juega a su favor. “Al final tenemos un punto muy clave que es la rapidez, que no lo pueden dar los 'marketplace' como Deliveroo, ya que ellos tienen que ir x supermercado a comprar el pedido y luego entregarlo”, explica. Además, Alonso plantea que ellos siempre van a asegurar la disponibilidad del producto una vez que el usuario lo ha pedido. Al ser un supermercado cerrado al público, nadie puede ir de forma presencial y comprar el producto previamente seleccionado. Una situación que sí corre el riesgo de suceder con otras plataformas de delivery.

Riders en plantilla

Para diferenciarse aún más de las demás plataformas de delivery, los riders de Dija son todos trabajadores en plantilla. Alonso considera que no se la estaba dando la importancia necesaria a este tipo de repartidores, lo que al final repercute en contra de la empresa. “El problema es que no eran parte de la marca, y eso es un error porque la gente cuando hace un pedido al final quien ve es a ellos. Si están contratados, tienes a la gente más contenta, el ambiente es mucho mejor, no hay tanta rotación y están de verdad comprometidos con la marca”.